Elecciones en Chile, Uruguay, Venezuela y en Estados Unidos. Resultados desiguales que muestran que estamos en una tómbola en la que nadie sabe qué número saldrá.
En Chile la derecha fue derrotada hasta decir basta. Su votación bajó de u 40% a un 38% (tomando como base las últimas parlamentarias) y el triunfalismo del domingo dio paso a la autocrítica de esta semana. En mi región la concerta no sólo sacó al alcalde (en Talca), sino que a 5 de 8 consejales. Si tomamos en cuenta que el pacto comunista-humanista-independientes-de-izq sacó 1 (¿o eran 2?) concejales, tenemos que la derecha no sólo fue derrotada, sino que aplastada.
En tanto en santiago centro Schaulsohn perdió por unos dos mil votos, y en peñalolén orrego ganó por esa cantidad.
Aunque me haya abstraido de las campañas, el bicho pica fuerte. Ese domingo estuve pegado al tv y viendo los resultados en el sitio oficial de las elecciones, sacando cáculos y repasando la ley electoral para saber como diablos saber cuántos conejales saca cada pacto. Y ahora que se viene la presidencial, cacho que habrá que involucrarse más activamente.
En Uruguay ganó la izquierda, aún cuando el tribunal electoral local se las dio de más papista que el papa y dijo al dia siguiente que no había un presidente electo, pues ellos aún no revisaban todo. Igual se quedaron con cuello. Así se terminaron 174 años de bipartidismo y se logró abrir otra alternativa. En tanto en Venezuela Chavez consiguió 20 de los 22 gobernadores que se elegían en ese país.
Parece toda una tendencia ¿eh? Pero para variar, la nota discordante la dio el tio Sam. Bush salió reelecto y con él todo su equipo de nefastos personajes que tienen al mundo más inseguro de lo que era, y que siguen llenándose los bolsillos (y de los saudíes). ¿qué dirá michael moore de esto?.