Buscando la Alétheia

Meritocracia

Hoy me cayó la teja. Escuchando por ahí supe que para contratar a alguien para un puesto directivo en un banco (por ejemplo), su perfil debe corresponder a ABC1. O sea, si eres capaz pero no perteneces a ese grupo, estás frito.
Así es como el sistema de castas se autoperpetúa.

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4 comentarios

  1. Pero Wontolla!! En qué país has vivido en todo este tiempo??!! ¿O acaso eres el prospecto de individuo ABC1 que estudió en un colegio privado de Stgo y de apellido anglosajón o vasco? Solo ellos se engañan, pensando que son exitosos por sus méritos.
    La teja cae tarde. Pero a teja tardía no se le miran los dientes.

  2. Me hubiese encantado escribir este comentario diciendo que no tienes razon, pero si la tienes. Incluso aca donde estudio un profe hizo un estudio con los ex-alumnos y encontro que, aunque todos eran ing. comerciales de la chile, al final el trabajo y el sueldo que ganan es muuuuy distinto, y que tampoco tenia que ver con el rendimiento que mostraron en la carrera, si no que, mas bien, se relaciona con el tipo de familia de la que vienen.

    Asi que, nada de meritocracia, por lo mismo nuestro bajo indice de movilidad social.

    Este es uno de mis temas favoritos, asi que cuando tenga tiempo voy a escribir al respecto.

  3. Wontolla

    Mmmh.. creo que no soy prospecto de abc1 (no me interesa tener auto, ni viajo al extranjero para cada vacaciones, no gano de 8 millones mensuales para arriba, no soy de familia «bien» -mi abuelo era jardinero del hospital de molina y yo soy el primer universitario de la familia-, no estudié en colegio particular de santiago…etc) y sí, era un iluso. Pero me he dado cuenta que en las pegas donde he estado he llegado a lo máximo que puedo llegar sin tener ese «extra». Triste, pero cierto.

  4. Jajaja. Bien Montolla. No se me enoje si la pregunta sólo era un recurso discursivo. Tu eres un ejemplo de que en realidad el sistema no es tan rígido. En mi familia también he comprobado que la meritocracia es posible. Con grandes esfuerzos para educar a algunos de sus hijos, mis abuelos rompieron el círculo de la pobreza. Pero acceder a la educación, cultura, ingresos y redes sociales, que tiene la elite, aún es muy difícil.

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