Se murió el cazador de cocodrilo. En su ley. Haciendo lo que le gustaba. Asi que nada que lamentar.
Sólo una observación: sus aventuras no eran lo más «ecológicas» y respetuosas de nuestros hermanos. Es más, era bastante invasivo y sin consideración por los animalitos. Asi que, en realidad, nunca lo encontré un ejemplo, y mucho menos ahora. El socio estaba enfermo… estoy seguro. Pero para fortuna de muchos, enfocó el cuento hacia los animales y no hacia dejar la escoba en la sociedad. No como otros…
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