Buscando la Alétheia

Mes: febrero 2007

Transantiago, febrero II

Definitivamente el atado con transantiago es el horario. Ayer salí a las 8:30 y me demoré menos de media hora en llegar a providencia. Hoy salí a las 8, y me demoré casi una hora.

Otro problema que me di cuenta es la falta de señalización correcta. Ayer tomé una micro en pedro de valdivia para ir al terminal los héroes (para los no santiaguinos, es un viaje recto, recto, recto). La cuestión es que tomé la primera micro que vi, pues en el cartel decía «Pudahuel». Y asumí que seguiría derecho hasta llegar a pudahuel (considerablemente mas lejos de que mi punto de destino, pero en la misma dirección).

Para mi sopresa se detuvo frente a la torre de telefónica (un par de cuadras antes de la plaza italia) y el chofer dijo «hasta aquí llego». Resultó que la micro se devolvía en plaza italia y comenzaba el mismo recorrido pero al revés (es decir, por providencia hacia las condes). Asi que tuve que hacer trasbordo y caminar un buen trecho para tomar otra micro que siguiera el camino. Ahora, una parte de la culpa es mia por no haber planeado el viaje y confiarme, pero también la señalética deja bastante que desear.

A seguir evaluando. Con todo y las incomodidades, las calles se ven mucho mas agradables ahora sin tanto ruido ni micros.


Post Scriptum: Ayer al conversar con un amigo me di cuenta que mi periplo normal mejoró porque antiguamente era un asco. LOL

De dónde para dónde II

Los chicos de infocentros crearon una animación en flash que sirve para ayudar a entender el uso del «de dónde para dónde» de transantiago. Así que a aprender a usar esta herramienta para planificar tus viajes.

Transantiago, febrero.

Hoy usé por segunda vez el transantiago, y puedo decir que:

  1. Es cómodo
  2. Es eficiente
  3. Es rápido

Paso a detallar el por qué de estas afirmaciones. En un día normal mi periplo a la oficina, partiendo a eso de las 8 de la mañana, se desglosaba en:

  • 15 minutos al paradero.
  • Entre 1 y 15 minutos de espera a que pasara alguna micro, o que se dignara a parar.
  • entre 20 y 40 minutos en llegar a providencia.
  • 3 a 5 minutos para llegar a la oficina.

Total: de 39 a 75 minutos

El deslgoce de hoy fue:

  • 2 minutos al paradero
  • 1 minuto (creo que menos) de espera
  • 4 minutos a pedro de valdivia
  • 1 minuto de caminata para el trasbordo a pedro de valdivia
  • 0 minuto de espera. La tomé de inmediato.
  • 18 minutos a providencia
  • 1 minuto a la oficina.

Total: 27 minutos

Factores que influyeron en este menor tiempo fueron:

  • Me ahorro gran parte de la caminata (12 minutos, para ser exactos)
  • Los paraderos están más distanciados, y más importante, SON RESPETADOS. Esto redunda en menos paradas, ergo, menor tiempo de viaje.
  • Ya no existen los tacos de Pedro de Valdivia. Quedé impresionado. NO HABÍAN TACOS. La zona de irarrázaval era un parto; frente a la municipalidad de provi era un caos; varias calles que permiten giros eran atochamientos seguros. Ahora, nada de nada.
  • Menos micros, menos ruido.
  • Importantísimo: menos competencia. En determinado momento me di cuenta que iban 5 micros de la misma línea, una detrás de la otra… y sin pelearse pasajeros. O sea, iban en orden, sin adelantarse (a menos que alguna estuviera cargando demasiada gente). Cosa curiosa, ninguna micro iba vacía. Ahí entendí por qué se veía poca gente en los paraderos. A medida que van llegando, aparece una micro de inmediato.
  • Velocidad al cobrar. La tarjetita es una maravilla (hacía años que alegaba que era la forma que debía usarse), pues aumenta la velocidad en que la gente entra a la micro.
  • Una cosa que vi ayer: orden. En el paradero habrían unas 40 personas esperando, pero al llegar la micro subieron ordenadamente. Se demoró la partida, pero en total el viaje fue bastante rápido. Prefiero esas esperas a estar peleando por un puesto.

El punto negro de esta evaluación es la casi inexistencia de micros alimentadoras. Con suerte y viento de cola he visto 2 (el día de ayer). Parece que su frecuencia deja bastante que desear. Supongo que habrá que apretarles las clavijas. En cuanto a las lineas troncales, me saco el sombrero.

Estoy de vuelta

Veintesis de febrero, he vuelto a la vorágine diaria. No obstante, me tomé unas merecidas vacaciones (3 semanas) que rindieron como un mes. En este tiempo han pasado muchas cosas, pero el stress me tenía sin ganas de escribir. Atados en la oficina, incluyendo un par de despidos y malas vibras, un proyecto que no terminaba nunca y en suma, el estar con el agua hasta el cogote (por no usar una expresión mas fuerte).

Curiosamente, también ha sido un período de muchas lecturas y reflexiones, ampliando ideas, preparando proyectos, abriendo nuevos caminos y oportunidades. Básicamente perder el miedo que atenaza de vez en cuando a perder la pega, y tomar decisiones conscientes con el objetivo de estar bien conmigo mismo en lugar de poner por delante el pago de los créditos.

Aún no me da la neurona para escribir algo mas profundo o extenso, pero ya retomaré. Estoy más tranquilo, con la película clara y dejando atrás un período en el cual me perdí, pero que -como todo- sirvió de algo: todo son lecciones. Asi que a seguir con las antenas dispuestas, y continuar aprendiendo y aprehendiendo.

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