Buscando la Alétheia

Mes: octubre 2007

Cómo doblar una polera en dos segundos

El aporte útil del día. Con este video EXPLICADO, por fin entendí cómo hacerlo. está en inglés, pero las imágenes lo dejan clarito.



VideoJug: Cómo doblar una polera en dos segundos – EXPLICADO

Nada Personal

Ayer fui al concierto de Soda. Ese del regreso. Y volví a casa reflexionando harto.
Desde hace bastante tiempo me cuesta conectar con la masa, sea en concentraciones políticas, espectáculos deportivos o conciertos. La primera vez que sentí que me sucedió fue durante la masiva protesta contra las pruebas nucleares en Muroroa. Ya llevaba unos cuantos años en la carrera de periodismo y me ví «fuera» del acontecimiento, viendo qué sucedía como un espectador que estuviera reporteando. Nunca volví a sentirme «parte del grupo» como antes, y no es algo que lamente, pero sí es algo a tomar en cuenta al analizar qué me sucedió ayer en el concierto.
Llegué al estadio alrededor de las 18:30 horas, acompañando a la brujis y a un grupo de amigas y amigos. Estabamos en galucha (galería) a tres metros de aquellos que pagaron el doble por sus entradas, separados por una reja que no estorbaba la visión al escenario.
La cosa estaba bastante aburrida hasta que comenzaron los teloneos en video: una serie de avisos y segmentos de programas imaginarios y comerciales que buscaban hacer reir, aunque debo admitir que el humor argentino me supera… entendí sólo la mitad, y con suerte. Al parecer la mayor parte del estadio tampoco entendió, sobre todo cuando salió el aviso tipo «patria y familia» (ya ni recuerdo el nombre de esa institución… menos mal :-D), pues casi echan abajo el estadio a pifias.
Por fin a las 21:03 comenzó la cosa… y curiosamente no sentía la electricidad que se suponía debía sentir. Pero le puse empeño. Coreé, bailé un poco, pero el concierto cada vez se me fue haciendo mas largo. Incluso me dieron ganas de sentarme. Y no fui solo yo. De pronto veo la galería y más del 90% estaba sentada. Una amiga me decía » ¡Qué estaban haciendo cuando eligieron el repertorio!». Fome. Se notaba cómo en lugar de inyectar de energía al público, lo embotaban. Bostecé unas cuantas veces.
Y ahí comencé a reflexionar. Miraba a la cancha (repleta en 3/4 partes o un poco mas) y parecía una alfombra. Nadie se movía. Le comenté eso a la brujis y me respondió que estaban tan apretados que no podían. Pero miré con más atención y habían pequeños bolsones (de 10 o 20 personas) que se movían y mostraban cómo se supone debiera moverse toda esa marea humana. Y nada. Cuando apagaron más las luces estaban los celulares encendidos y las antorchas a pilas. Las de la galería se movían al ritmo, las de la cancha se veían inmóviles. Y esta impresión se vió reforzada cuando tocaron el único tema que hizo bailar a todo el mundo: prófugos. Allí la alfombra cobró vida, se movía en olas y parecía un mar agitado. Aunque igual no duró mucho… sólo la mitad de la canción.
Entonces me preguntaba ¿qué diablos sucede? Y claro, lo primero que salta es la nula conexión de Soda con los espectadores. El concierto, a nivel técnico, fue impecable: escenografía compleja y muy bonita; grandes juegos de luces; pifias en el sonido, pero perdonables; perfecta organización (los baños en la cancha, primera vez que veo ese despliegue)… pero le faltaba algo y ahí identifiqué qué: corazón. Un concierto sin corazón ni sangre en las venas. Frío, impersonal, artificial. Un concierto que no enciende, que no apasiona. La brujis me decía que era porque era de recuerdo, mucha gente en introspección. Pero yo también fui al concierto donde se volvieron a reunir los prisioneros y fue totalmente distinto. Familias enteras, tres generaciones si no recuerdo mal, y el estadio se venía al suelo porque todos estaban prendidos cantando, bailando y saltando. Y la formación era la misma, el rango etáreo del público también, el recuerdo presente también.
Escuchaba a Soda, le veía en el escenario y miraba las pantallas, y pensé que en DVD se va a ver la raja. Virtuoso, energético (el manejo de las cámaras, muy bueno). Pero la sensación al haber estado allí es que no hubo nada. Menos mal que nos compramos las entradas en julio… asi que no hay una sensación de pérdida de plata.
Al llegar a casa me vi en la necesidad de una sobredosis de Claudio Narea, ZZ-Top y Juan Luis Guerra para quitarme el hielo de la sangre, literalmente.
Lo que me queda claro es que hay grupos y solistas que suenan años luz mejor en vivo que en disco (Narea es uno de ellos), y otros que es mejor dejarlos en DVD y CD. Y Soda me mostró que es de estos últimos.

La cocina rediseñada

Un mes de trabajo intenso tiene sus frutos el día de hoy (o anoche, en la madrugada). el nuevo diseño de la cocina del zócalo está en linea, con un look mas «web 2.0», nuevas funcionalidades y mejoras en las existentes.

La pega incluyó rearmar el árbol de navegación y simplificar procesos (como el de creación de menúes), así como implementar soluciones para ayudar a que sitios externos puedan usar los contenidos de la cocina (por supuesto, en el espíritu de que reconocerán la pega).

De esta manera, pasamos de 1 a 5 RSS (uno por cada tipo de contenido del sitio) y un par de scripts que se pueden incrustar en cualquier página html y que devuelve una palabra del glosario al azar, o un tip.

También aumenté la cantidad de banners y botones de promoción (de 3 a 14), y mejoré el estado de las sesiones de los usuarios (ahora te sigue y te sigue y te sigue.. hasta que te aburras y cierres la sesión).

A este sitio, sacando cuentas, le he dedicado por lo menos 3 meses de trabajo full time, aún cuando cronológicamente han sido como 7 u 8 meses. Es de esperar que la pega se note y que lo usen Smile.

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