
Bajando en el Maipo
Estoy cansado, con el cuerpo molido, pero contento. Ayer fui a la Cascada de las Ãnimas, en el cajón del Maipo y con un amigo dedicamos media tarde a bajar por el Maipo en rafting.
Esta es mi segunda experiencia bajando en balsa por los rápidos de un río. La primera fue hace titantos años en el Trancura, en Villarrica, durante nuestro último paseo del 4 ºE. Claro, el Maipo no es igual que el Trancura, ni la emoción fue la misma, pero definitivamente es una experiencia para repetir, sobre todo tomando en consideración que está prácticamente al lado de la ciudad.
Con mi amigo reflexionábamos que gran parte del atractivo de la aventura es cómo el guía la presenta. Me explico: el guía

Mi primera bajada, en el Trancura. Acá con el equipo de inseparables del 4 º E.
que nos tocó, si bien bastante preocupado por la seguridad, no le puso mucho brillo al asunto. Me contaba este muchacho que en su anterior bajada, con las condiciones del rio muy similares, la cosa fue distinta porque el guía iba anticipando, a grito pelado, los rápidos que se venían. También hacía que la gente se preocupara mas al hacerlos remar furiosamente y también al explicar los nombres de fantasía de los rápidos y cómo salir de ellos… unos segundos antes de entrar a los remolinos o saltos. La experiencia, en suma se disfrutaba mas porque había mayor anticipación a lo que encontrarías… mas show.
Cuan cierto es esto. En scouts nosotros hacemos los mismos juegos una y otra vez, pero cambiamos el escenario, los protagonistas, la historia, y ¡voilá! Tenemos un juego absolutamente nuevo. Y si he sentido que he perdio la gracia en estos últimos años, creo que pasa precisamente por eso: he dejado de hacer show, de entregar anticipación y elevar la adrenalina de los chicos antes y durante los juegos y actividades.
A veces fantasiar (o mentir derechamente), eleva la experiencia. Quizás es algo importante que recordar.
Brujita
En explorer se monta la segunda foto 😛
Wontolla
:s… listo… arreglado.