Buscando la Alétheia

Categoría: Alma y Ciencia Página 1 de 8

El «universo 21» y su correlación con la sociedad actual

Esta entrada es la número 1 de 1 en la serie Conversaciones con la IA

En esta conversación, exploramos las sorprendentes correlaciones entre el famoso ‘Experimento Universo 25’, los desafíos de las sociedades occidentales y fenómenos como el hikikomori, la pérdida de roles tradicionales y la crisis de sentido. ¿Es posible que la falta de espacios íntimos, el cuestionamiento filosófico y la desconfianza en las instituciones estén llevándonos a un colapso social silencioso?

Te invito a leer este diálogo con DeepSeek v3, donde reflexionamos sobre cómo reconstruir un sentido de propósito y comunidad en un mundo cada vez más fragmentado. ¿Estamos destinados a repetir los errores del pasado, o podemos crear algo nuevo y significativo?

El principio holográfico y la física moral

Como ya es tradición, estoy releyendo el libro «El Síndrome de Epimeteo«, de Diego Quintana de la Uña. Me parece que llevo leyéndolo por lo menos una vez  al año desde el 2009, porque considero que su mensaje es demasiado importante y mi naturaleza epimeteica me hace olvidar ciertas cosas que no deben ser olvidadas. Así que como antídoto, una buena relectura periódica me mantiene en el camino.

En la actual repasada me llamaron la atención algunas cosas a las que no había dado mucha importancia anteriormente, pero que ahora hicieron «click». Una de ellas es la idea de que como antídoto al relativismo moral y al nihilismo que termina llevándonos a la anomia y a la ley del sálvese quien pueda (porque no existen fundamentos sobre los cuales tener una ética universal, puesto que todo depende de las circunstancias, historia personal, preferencias y con qué pie me levanté en la mañana) , está la proposición de fundar la moral en la naturaleza. O sea, hacer una moral científica basada en la física.

No culpes a nadie

por Pablo Neruda

Nunca te quejes de nadie, ni de nada,
porque fundamentalmente tu has hecho
lo que querías en tu vida.

Acepta la dificultad de edificarte a ti
mismo y el valor de empezar corrigiéndote.
El triunfo del verdadero hombre surge de
las cenizas de su error.

Nunca te quejes de tu soledad o de tu
suerte, enfréntala con valor y acéptala.
De una manera u otra es el resultado de
tus actos y prueba que tu siempre
has de ganar.

No te amargues de tu propio fracaso ni
se lo cargues a otro, acéptate ahora o
seguirás justificándote como un niño.
Recuerda que cualquier momento es
bueno para comenzar y que ninguno
es tan terrible para claudicar.

No olvides que la causa de tu presente
es tu pasado así como la causa de tu
futuro será tu presente.

Aprende de los audaces, de los fuertes,
de quien no acepta situaciones, de quien
vivirá a pesar de todo, piensa menos en
tus problemas y más en tu trabajo y tus
problemas sin eliminarlos morirán.

Aprende a nacer desde el dolor y a ser
más grande que el más grande de los
obstáculos, mírate en el espejo de ti mismo
y serás libre y fuerte y dejarás de ser un
títere de las circunstancias porque tu
mismo eres tu destino.

Levántate y mira el sol por las mañanas
y respira la luz del amanecer.
Tú eres parte de la fuerza de tu vida,
ahora despiértate, lucha, camina, decídete
y triunfarás en la vida; nunca pienses en
la suerte, porque la suerte es:
el pretexto de los fracasados.

¿Derecha conservadora vs izquierda liberal?

¿cuáles son los fundamentos biológicos y sociales para que alguien sea «conservador» y otro sea «liberal»? Una perspectiva interesante sobre una falsa dicotomía que nos mantiene agarrados de las mechas. Denle al play y elijan los subtitulos en español.

El síndrome de Epimeteo

El síndrome de Epimeteo, término acuñado por Diego Quintana de la Uña, no es un fenómeno médico, sino una descripción del estado de ánimo y de la perspectiva de vida del hombre occidental. Según Quintana de la Uña, es «el síndrome del hombre que se olvida del hombre, el síndrome que antepone lo accidental al ser, lo secundario a lo principal» (El Síndrome de Epimeteo, pág.18).

Quintana pone el dedo en la llaga de muchos de nosotros, al afirmar que somos «hacedores», pero «hacedores compulsivos», pues nos encontramos en una eterna carrera de hacer, sin pensar en las consecuencias y sin llegar nunca a una meta que nos satisfaga. Corremos porque tenemos miedo del vacío que hemos formado por no cultivar lo realmente importante: el ser. ¿Cuántos nos ponemos metas (si es que lo hacemos), pero al alcanzarlas las encontramos vacías, con la pregunta del «y ahora qué»?.

Conciencia y conocimiento interior

Algo que no deja de sorprenderme de sinfest, mi webcomic favorito que leo a diario desde el 2004, es que ocultas en sus viñetas se encuentran grandes verdades sobre el ser y la existencia. Y el de ayer me dejó patidifuso, por lo que lo comparto con ustedes.

Como contexto, en la viñeta del día anterior slick, el personaje principal, estaba esperando al amor, pues dios le había dicho que lo hiciera. En esa larga espera (porque la chica fue distraída y retrasada por los esbirros del diablo), llegó el diablo y le dijo que dios no era de confiar, mientras le palmeaba la espalda y le pegaba el cartel del primer cuadro (que dice «screw me over», o algo así como «jódeme»). Tras eso, comienza la viñeta:

2009-01-25

¿Qué opinan?

Urgente versus Importante

Vivimos en un mundo donde todos deben correr cada vez mas rápido, para alcanzar metas inexistentes, vacias. El ritmo de vida nos obliga a tener dos o tres trabajos mal pagados para poder vivir… aunque ¿cómo puede llamarse «vivir» el pasar más de 14 horas diarias trabajando? Trabajo viene de tortura, y nunca mejor dicho. Estamos tan «norteamericanizados» que sus perniciosas costumbres y maneras ya han permeado la sociedad. El ataque económico impuesto por los chicago boys ha transformado la sociedad más allá del flujo del dinero. Las relaciones están viendose afectadas y el tejido social comienza a desmembrarse.

Estoy leyendo «Edad Oscura Americana», de Morris Berman y si bien trata de norteamerica, no dejo de ver alarmantes conductas que repetimos acá. Y veo cómo si seguimos en este tranco iremos directo a un colapso cultural.

El individualismo se está afirmando, mientras disminuye el compromiso social. Y no hablo de ir a mitines, sino simplemente conocer a tu vecino de departamento. O sea, algo mínimo como que alguien se preocupe si no muestras tu nariz por un par de días y no que pasen cuatro o cinco dias antes de que alguien se de cuenta que estás muerto, como sucedió en mi edificio. ¿Cuántos de ustedes conocen a sus vecinos? ¿cómo se llaman? ¿Qué les interesa?

Épica

Hace unos días reflexionaba con un compañero de oficina que estamos faltos de épica. Recordaba el triunfo del no en el 88 y cómo vivíamos en aquellos días, y épica es la palabra que me viene a la mente. Tiempos en los que te jugabas el cuello, donde era fácil distinguir, pues las cosas eran blancas o negras, sin grises intermedios. Pero en estos años de transición la cosa se ha vuelto una mera administración, los límites se difuminaron, el sentido se perdió y todos (o la gran mayoría) fuimos devorados por el capitalismo in extremis, reduciéndonos al papel de homo consumidor. Ya no hay lazos, las organizaciones sociales fueron desperdigadas, cada uno se encerró en su metro cuadrado y entramos de lleno al proceso globalizador que nos tiene mirando aterrados las noticias de la tele, sin atrevernos a poner un pie en la calle por miedo. El mismo proceso que hace que sea mejor ser activista en facebook, adhiriendo a grupos que no aportan nada pero nos dan la sensación de «hacer algo».

Y en eso estaba, tirando mierda con ventilador y lamentándome de que yo mismo no me escapo para nada de esto, cuando algo me remeció: la épica no está perdida. Sólo cambió de foco. En palabras de la brujis «ahora es interior». Y sí, tiene mucho de eso.

No es medida

No es una medida de salud el estar bien ajustado a una sociedad profundamente enferma.

Krishnamurti

Pastilla del día después

El Tribunal Constitucional, el último reducto de la dictadura, decidió que la llamada «pastilla del día después» es abortiva y que no puede ser distribuida por el Estado en los consultorios públicos. Nada dijo sobre su venta en establecimientos privados (farmacias o clínicas).

Interesante que hablen de que es «abortiva», cuando toda la evidencia científica dice lo contrario. Es más, si el huevo (óvulo fecundado) es viable y se ha implantado en el útero, la famosa pastillita refuerza esa implantación, haciendo que se afirme mas.

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