"En busca del periodista digital"

"En busca del periodista digital"

Portada - Recordando el Reportaje - El medio digital - En busca del periodista digital - Conclusiones - Documentos utilizados - Enlaces recomendados - Contacto - Versión 2 (2021)

ADVERTENCIA
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"Actualmente la definición de periodismo no afecta sólo a los periodistas digitales, sino a la profesión entera. Hasta hace poco los periodistas eran 'los que informaban', 'los profesionales de la información'. Pero con la aparición del medio digital estas afirmaciones -cuestionables ya de por sí- han perdido todo fundamento".

Con esta declaración Quim Gil plantea la problemática del "ser periodista".

¿Qué define al periodista? Ya no es "comunicar", pues cualquiera que tenga acceso a Internet tiene esa capacidad. Tampoco lo diferencia la calidad de la información, pues "un periodista malo no deja de ser un periodista y en cambio existen personas con conocimientos específicos que pueden informar muy bien, sin ser periodistas".

El hecho de recibir honorarios tampoco es diferenciador, pues en la actualidad hay muchas profesiones que se basan en la creación y gestión de información. Pocas tienen que ver con el periodismo: content managers, infonomistas, relacionadores públicos, ingenieros de la información... y seguirán creándose más[28].

Así, quizás lo único que lo diferencia del resto de profesiones ligadas a las comunicaciones es su responsabilidad social. Esta responsabilidad se basa en la libertad de información formulada en las democracias liberales, la independencia del informador y el derecho de la ciudadanía a recibir informaciones plurales y veraces. Y esto es válido tanto para el periodismo tradicional como para el digital[29].

3.1 Una cuestión de conceptos

¿Qué distingue a un periodista a secas de uno digital? Hay quienes alegan que ser "digital" es tan tirado de los pelos como ser  "radial" o "televisivo".

"Creo que no hay diferencias con los periodistas que trabajan en Internet", dice Alejandro Osorio, periodista del diario La Tercera. "Ellos usan las mismas técnicas que nosotros y actúan de la misma forma. Lo único diferente es que usan computadores conectados a la red, y eso es simplemente una tecnología que se aprende y listo. Igual que si fueras a trabajar a la radio o a la televisión".

Pareciera que cada vez que hay una nueva tecnología quienes las usan buscan diferenciarse del resto. ¿Ocurre esto con los periodistas autodenominados "digitales"?

Según Quim Gil, no. "Antes de llamarse a sí mismos 'digitales', existió el concepto de 'periodismo electrónico'. A él se asocian medios electrónicos ya clásicos como el teletexto o el diario por fax.  Pero electrónico no es equivalente a digital. Medios como la televisión pueden considerarse electrónicos aunque mantengan su condición analógica. Por otra parte, se está consolidando el término inglés 'online journalism', sobretodo gracias al empuje de los periodistas en línea norteamericanos. Pero el nuevo periodismo no se distingue por la electrónica ni por estar 'en línea'. El ejemplo más claro son los medios que han trasladado lo que ofrecen en papel (o tv o radio) a la www, sin que ello implicase la mínima variación en las rutinas periodísticas de la redacción".

Quizás Gil se refiere en esta última idea a visiones más centradas en la técnica y la inmediatez como la que tiene Marcelo Saavedra,  editor de deportes de áreanoticias: "existe una diferencia clara con los medios que no están en Internet. De partida, no hay hora de cierre.  Es mucho más rápido el cuento, lo que ayuda a corregir errores de inmediato, si es que los hay. Además si uno tiene la noticia de último momento, puede subirle un párrafo y luego ir ampliándola a medida que ocurra".

Pero el nuevo periodismo al que hace referencia Gil es mucho más. El periodismo "digital" tiene su fuerza en la redefinición de la relación emisor/receptor: "el periodista digital rompe con la comunicación lineal y unidireccional de un emisor a un receptor. Está inmerso en un mar de información y está interconectado a fuentes, periodistas, receptores, interactores, etc. Una buena parte de sus rutinas periodísticas no son coincidentes a las de los periodistas convencionales. Ni siquiera a las de los periodistas convencionales que trabajan y publican en un soporte digital. Es previsible que todo periodista acabe procesando la información con herramientas digitales -computadores, cámaras, etc- y publicando en medios digitales -Internet, televisión digital, etc-. Por tanto es previsible que todos los periodistas acaben siendo 'digitales' de la misma forma que todos han acabado siendo 'telefónicos' o 'fáxicos'. Pero unos podrán trabajar siguiendo unas rutinas periodísticas clásicas adaptadas y evolucionadas hacia el medio digital. Otros, los más avanzados, estarán creando y consolidando unas nuevas rutinas propias de un proceso de comunicación multimedia, multilineal e interactivo".

En esta línea se entiende la afirmación de Karma Peiró[30]: "En el mercado ya tenemos un sinfín de nuevos medios en que cada uno requiere una manera distinta de proceder. De ahí que cueste tanto definir qué significa ser periodista digital. Un periodista que está trabajando en la edición electrónica de un medio tradicional no hace lo mismo que yo, que me dedico a la coordinación de contenidos y a escribir en una revista electrónica que reflexiona y analiza, a través de artículos de opinión, lo que está ocurriendo dentro de la Red. Ni que contarte de la labor de moderación y coordinación que desempeño en en.medio@ donde se parte de una filosofía hecha desde en.red.ando a medida, a partir de la interacción de los participantes de esta lista[31]".

"La era digital nos va a pedir mucho más", afirma Peiró. "Jugaremos un rol muy importante en el terreno de la comunicación (y no me refiero exclusivamente al hecho de editar o transmitir diariamente unas noticias a una audiencia anónima, que es lo que ha ocurrido hasta ahora en todos los medios tradicionales dentro y fuera de la Red), sino creando redes para que se produzca un flujo continuo de información entre el medio y los lectores aprovechando al máximo la interactividad que Internet concede y que todavía no se ha sabido explotar"[32].

3.2 Imaginando al Periodista digital

 "Yo necesito que la gente que trabaja conmigo tenga rapidez mental y capacidad de resolución rápida. Porque las noticias surgen de pronto y el editor no puede estar todo el día encima de ellos. Deben ser capaces de tomar la decisión de publicar y hacerlo", dice Marcelo Saavedra.

Ese es el centro de lo que debe ser un profesional de la comunicación en Internet: veloz, alerta, con capacidad de gestión y de decisión. Debe estar dispuesto a trabajar en equipos multidisciplinarios, y al mismo tiempo estar preparado para levantar un sitio por sí solo.

"Debe estar en permanente actualización, porque el medio cambia en forma muy rápida", afirma Marcelo Silva, editor de deportes y colaborador de actualidad en El sitio.  Por lo mismo necesita una mente abierta para relacionar las tendencias actuales y proyectar las necesidades del usuario del futuro... un futuro que tocará a su puerta en menos de seis meses.

Por ello cobra fuerza la idea del cartógrafo enarbolada por Luis Fernández Hermana.  En un medio en que las carreteras  y autopistas están por construir, y que posiblemente nunca llegarán a estar establecidas, el periodista deberá salir del asfalto y adentrarse en campos, bosques, montañas, lagos y desiertos de información, ofreciendo un riguroso mapa comunicativo a su entorno.

Más que un periodista, un gestor de información y de conocimientos. Más que un transmisor de contenidos, un coordinador de interacciones.

3.3 Las rutinas

La mejor manera de saber qué es un periodista digital es observar lo que hace. Quim Gil propone unos cuantos puntos sobre el tema en sus apuntes para la cátedra de Periodismo Digital en la Universitat Oberta de Catalunya. Al completar esta observación con la comparación de las rutinas del periodismo tradicional, se puede obtener la siguiente síntesis:

Rutinas  con respecto a las fuentes

Periodismo "análogo"

Periodismo "digital"

El periodismo clásico parte de la base de que la información es un bien escaso que hay que buscar.

El periodista digital entiende que la saturación de información le obliga a filtrar la información. Su trabajo es encontrar lo valioso en los mares de datos.

Trabaja con frentes noticiosos establecidos (los ministerios, colegios profesionales, tribunales, etc).

El periodista digital busca nuevas fuentes, pero a la vez debe comprobar que sean en realidad quienes dicen ser. Su selección de fuentes será una garantía para su clientela.

El periodista tradicional se guarda las fuentes para sí mismo. Las utiliza, pero no puede ponerlas a disposición del público.

El periodista digital debe ofrecer a su clientela el acceso a todas las fuentes originales que muestren públicamente sus contenidos, dándoles pie a que amplíen la información si lo desean. No hay limitaciones de tiempo ni espacio que nos lo impidan.

El valor de la fuente es incuestionable, pues sólo el periodista puede acceder a ella.

Como las fuentes son accesibles por cualquiera y además son muchas, la jerarquización de ellas es lo que destaca al periodista digital. Por ejemplo: en una información sobre el ascenso de la ultraderecha en Europa es recomendable una lista completa de enlaces hacia páginas de ultraderecha. Pero es el orden de los enlaces y los comentarios del periodista a cada uno de ellos lo que da al lector las claves de contextualización de esta información.

Se trabaja según la pauta creada por el periodista, editor y/o director. En cualquier caso, no la del receptor.

Al existir la posibilidad de personalización de los contenidos, el periodista digital realiza consultas a las fuentes a petición de los lectores / usuarios.

Se trabaja con base a una pauta que se sigue a rajatabla. Sólo cambia si el hecho noticioso es muy importante.

La pauta es menos rígida. Sólo se reseñan temas importantes y el resto dependerá de lo que suceda en el día.

 

 

Rutinas con respecto a los destinatarios de la información.

Periodismo "análogo"

Periodismo "digital"

Trabaja para un formato específico: texto, sonido o imágenes

Debe trabajar la información de tal forma que pueda ser publicada en cualquier formato: sonido, texto, o imágenes.

Produce contenidos genéricos, dirigidos a su "público objetivo" que en realidad no conoce.

Produce contenidos genéricos y también específicos para un público que es identificado tanto por medio de la tecnología, como por las peticiones que realiza directamente al medio

Está sujeto a limitaciones técnicas específicas. Una vez aprendidas, se repite un modelo.

Está sujeto a limitaciones técnicas múltiples, pues debe lidiar con distintos browsers, sistemas operativos, etc. Por ello debe producir pensando que el contenido podrá ser presentado de distintas formas.

Una vez aprendidas las técnicas, se repite el modelo establecido.

Debe adaptarse a los cambios que se hagan en el sitio. Debe estar preparado para adaptarse a nuevas exigencias y nuevos criterios técnicos.

 

El periodista que administre los recursos de interacción, actuará como inspirador y animador de la inteligencia colectiva de la comunidad digital.  Su habilidad consistirá no sólo en tomar la iniciativa en el proceso de información, sino en saber canalizar todo el conocimiento que se genere en el seno del grupo.

 

Se dedica a identificar fuentes, a extraer información, procesar contenidos y publicarlos. Pero también destina una buena parte de sus energías interactuando con sus "lectores". Por lo tanto, en su economía de esfuerzos debe conseguir que los usuarios que más trabajo le den sean los que más compensaciones le aporten, ya sea pagando con dinero, con información, con criterio o simplemente con satisfacción emocional.

 

En cambio, debe procurar que sus lectores pasivos y desconocidos no le generen gastos. Ya que de ellos no obtiene directamente ni dinero, ni información, ni criterio, ni satisfacción emocional.

 

Rutinas con respecto al medio.

Periodismo "análogo"

Periodismo "digital"

Se trabaja pensando en un solo soporte. La producción del contenido se realiza en cadena, de forma compartimentada.

Debe trabajar desde una perspectiva multimedia, atendiendo a elementos como el diseño de la interfaz y de la estructura de contenidos, así como la integración de textos, imágenes, sonido, bases de datos, programas, etc. En la práctica esto conlleva un trabajo en equipo y en red mucho más integrado.

Tiene horario de cierre y tiempo extra para dejar en "reposo" una noticia antes de ser publicada.

La Red es un medio de publicación instantánea. En teoría, se publica según ocurra el hecho noticioso.

Su identidad no es puesta en duda.

No sólo será necesario que el periodista digital certifique las fuentes, sino que también acabará resultando necesario que certifique su propia identidad hacia su clientela.

 

La Red tienen una componente de caos continuo, sin final previsto por el momento. El periodista digital integra a sus servicios la capacidad de gestionar este caos y de ofrecer sus criterios de ordenación a personas que lo necesiten.

El medio es lineal. Por lo tanto se entrega información estandarizada.

La Red es hipertextual, multilineal. El periodista deberá sacar provecho de estas estructuras de información para ofrecer unos contenidos personalizables, flexibles, ampliables, actualizables, interactivos.

Su capacidad de contextualizar la información está limitada al espacio o al tiempo del soporte que utiliza.

El hipertexto y el almacenamiento digital de la información permite un rápido acceso a contenidos antiguos. Así es posible contextualizar información, ofrecer backgrounds, utilizar archivos y hacer público el acceso a bases de datos en estado puro. Esta es la vertiente documentalista del periodista digital, que no sólo ofrece un pez en forma de información de archivo, sino que enseña a su clientela cómo pescar en las bases de datos.

Los contenidos son locales, por lo que la barrera lingüística no es problema.

la Red es mundial, lo que implica que las posibles audiencias son multiculturales y multilingües. Cada medio digital opta por trabajar sobre una audiencia determinada, y sería una lástima que un buen periodista digital trabajara bien todos los puntos anteriores pero viera limitada su posible clientela por una simple barrera lingüística. Algunas temáticas estarán bastante limitadas a un público monolingüe. Otras no.

 

Rutinas con respecto a los contenidos.

Periodismo "análogo"

Periodismo "digital"

El editor de área y el editor general decide qué se publicará.

Muchas veces, por la premura, es el periodista quien decide qué y cómo se publicará.

El flujo informativo de la radio y la televisión, que es substitutivo de las informaciones previas. Así, el periodista no debe preocuparse de lo publicado o emitido anteriormente.

El flujo informativo de un medio digital es acumulativo, por lo que debe preocuparse que las noticias antiguas no se repitan con las actuales. Una opción es ampliar las noticias viejas con las informaciones nuevas.

Se vive en un eterno "ahora", y los contenidos lo reflejan.

La vigencia de los contenidos están explícitamente relacionados con su fecha (y hora) de emisión.

 

El diseño de las informaciones digitales tiende a formatos abiertos, en los que sea posible modificar y ampliar la información. Es tarea del periodista digital organizar la convergencia de información, opinión, feedback, interpretación, contextualización y valoración transversal. Pero es necesario disponer de algún sistema de base de datos, puesto que las capacidades del trabajo artesanal tienen un límite.

 

En muchos casos la información deberá ser diseñada en base a diversas capas de profundidad. Por ejemplo, disponiendo de una primera capa actualizada pero superficial y de posteriores capas con análisis más profundos.

La actualidad es el valor máximo

En la Red la actualidad pierde valor específico frente a la profundización, contextualización e interpretación de ella.


3.4 Los "deber ser"... otra vez

Así las cosas, el perfil del periodista se basa en seis ideas:

  1. Mantenerse a flote en un mar de datos.

  2. Manejo de ciertas destrezas técnicas variables.

  3. Creciente interdependencia y, paradójicamente, independencia.

  4. Pensamiento no lineal, capacidad de contextualización.

  5. Capacitado para diseñar flujos de información.

  6. Actitud abierta al usuario.

Esto se traduce en un conjunto de recomendaciones o reglas que pueden servir de guía para hacer un catastro de las técnicas y conocimientos que necesitan los periodistas que trabajan en la red:

  1. Verificar y contraverificar. "La red contiene mucha información, pero puede ser falsa. Afortunadamente los diferentes mecanismos de localizar la información (correo electrónico, listas de discusión, Telnet, an la comprobación de los datos entregados por las agencias de noticias y demás fuentes institucionales, relativizando, de esta manera la dependencia de fuentes oficiales"[33].

  2. Capacidad de localizar y gestionar recursos electrónicos con un estilo narrativo coherente.

  3. Conocimiento y versatilidad. Actualizarse permanentemente porque el medio cambia en a cada momento. Y no menos importante, anticiparse a los cambios.

  4. Mente abierta. "Flexible, capaz de integrarse en un grupo de trabajo heterogéneo (desde diseñadores hasta ingenieros, pasando por vendedores) y crear un producto en conjunto (a distancia si es necesario)"[34].

  5. Disposición a ser corregidos por los usuarios, y a integrarlos en la elaboración de los contenidos.

  6. Manejo de herramientas tecnológicas básicas: procesador de textos, editores web, funcionamiento de Internet, ftp, uso de cámaras de video y fotográficas (análogas y digitales), escaneo y tratamiento de imágenes, correo electrónico, software específico que se utilice en el medio. Apertura para aprenderlo.

  7. Entender cómo se almacena la información. Esto permitirá crear los contenidos tomando en cuenta cómo podrá ser recuperado o enlazado. Y también permitirá saber cómo arreglar algo que no funcione.

  8. Utilizar y comprender el funcionamiento de los buscadores para optimizar los tiempos de recuperación de información.

  9. No olvidar que la Red no contiene toda la información, sino que hay más información fuera de ella. Además, hay información que simplemente no existe y que se debe generar.

  10. Organizador y priorizador de la información. Debe tener la capacidad de planear flujos de información, y al mismo tiempo priorizar su importancia.

  11. Periodista-bibliotecario. Está obligado a buscar y a filtrar la información. "Aprenderá como nadie a buscar y sobre todo a encontrar y destilar la información para que sea más útil a quien la necesita. Su nuevo trabajo será el de guía, cicerone, Baedeker, organizador, administrador de recursos"[35].

  12. Previsor de tendencias. "Los comunicadores, los que tengan aptitud para hacerlo, van a ser personas que van a poder prever situaciones colectivas con mentes individuales", dice Axel Calles. "Por ejemplo en el caso del fútbol, nadie pescó hasta que la gente supo que no podía ver el partido de la selección... nadie dijo: ojo nos están cagando. Ni los periodistas ni las autoridades". Hay que aprender a relacionar los hechos para darse cuenta de situaciones como la descrita.

  13. Debe tomar la iniciativa. Esto es válido tanto para decidir qué y cómo se publicará, como para estimular el crecimiento de la comunidad que se genere en su sitio. Además debe saber canalizar todo el conocimiento que se genere en el seno del grupo.

  14. Debe contextualizarlo todo y estar preparado para hacerlo.

  15. Saber al menos dos idiomas. Muchas fuentes no están en español.

Y no hay que olvidar que estas recomendaciones se suman a los amplios requerimientos que se piden a los periodistas. El manejo de las fuentes, la rigurosidad, el apego a un marco ético y demás materias enseñadas en las universidades, además de aquellas aprendidas en el fragor de las redacciones, siguen teniendo tanta o más validez.

3.4.1 La técnica no es (tan) importante

Como se puede apreciar, las habilidades necesarias para trabajar en un medio digital son muchas. El problema radica en que muchos creen que el meollo es la técnica. Quienes piensan de esta forma están condenados a quedar a la zaga,  a que la cotidianeidad del medio los supere, porque el avance tecnológico es muy rápido. Los equipos quedan obsoletos en promedio después de 12 meses, y los softwares, cada 6.

Y a veces más rápido.

Por ejemplo en La Nación se compró el editor de HTML de Macromedia, Dreamweaver 2.0 en diciembre de 1999. En marzo de 2000 ya había salido la versión 3.  Y en junio salió a la venta la versión mejorada de Ultradev, mezcla de Dreamweaver  3 con Drumbeat 2000, programa para la integración a bases de datos.

Por lo tanto, más que enseñar una tecnología específica, es necesario que en las escuelas de periodismo se prepare a los estudiantes en las mecánicas de los programas, y cómo enfrentarlos.  En suma, enseñar a aprender.

Este desplazamiento de las herramientas técnicas a las capacidades mentales marca la gran diferencia. Se deben asumir nuevas funciones y estar abiertos al cambio de mentalidad que exige el estar permanentemente expuesto al cambio y a la corrección de los usuarios. Es por eso que la digitalización de los medios convencionales no convierte automáticamente a los periodistas habituados a las rutinas tradicionales en periodistas digitales. Y tampoco es necesario que todos los periodistas cambien sus formas de trabajo. "Muchas rutinas y perfiles periodísticos tradicionales continúan en plena vigencia y pueden ponerse al día y evolucionar dentro de unos parámetros de periodismo unidireccional, lineal y de masas"[36].

La Red permite la creación de medios digitales formados por una micro-redacción, integrada incluso por una sola persona. Pero difícilmente una sola persona podrá cubrir todas las habilidades y tareas a realizar. Por ello los equipos periodísticos reducidos deberán incorporar el sistema de red en su propia organización profesional y empresarial, buscando alianzas externas, subcontratando tareas, etc.

Estén dentro o fuera de su estructura empresarial, el periodista digital deberá moverse como pez en el agua en sus relaciones con profesionales vecinos. "No hablamos ya de superar las tradicionales tensiones entre redactores, fotógrafos y publicistas, sino en ser capaces de establecer un lenguaje de trabajo común con documentalistas, diseñadores, programadores, administradores de sistemas, comerciales, etc. No se puede establecer un lenguaje de trabajo óptimo con otros profesionales sin conocer los parámetros básicos de sus respectivos trabajos, por lo que el periodista digital debe incorporar a su formación introducciones a disciplinas vecinas muy diversas"[37].

En los nuevos medios se confía mucho en la capacidad de gestión y en las decisiones que toman los periodistas que trabajan en ellos. Pero hay que estar alerta a las intuiciones respecto al trabajo digital que se fosilizan y convierten en verdades absolutas y axiomáticas, sin que los profesionales hagan el menor esfuerzo de comprobarlas. Una, por ejemplo,  es la extensión de las notas. Consultado sobre el tema, Marcelo Saavedra respondió:

"-La premura puede ser una livianización del periodismo, pero la hace más sencilla al visitante. Ya no cabe alargar el texto. Si escribes muy largo la gente se aburre. Si hay más de un pantallazo[38] la gente se aburre y se va.

-¿Ustedes tienen estudios de eso?

- No sé si hay. Son más impresiones, por lo que sentimos nosotros, nuestras conversaciones con la gente. Además que nosotros hemos escrito siempre notas cortas".

Un análisis de los contenidos entregados por la radio versus las noticias "duras" de los medios en Internet muestra que no hay gran diferencia. En un mundo en que las noticias que responden a las seis w's (What, who, when, how, where, why, o qué, quién,  cuándo, cómo , dónde y por qué) son cada vez más comunes e incluso saturadoras (se repiten una y otra vez), el análisis y la relación de elementos tendrá cada vez más valor.

"La gente pide cada vez más información en tiempo real, pero al mismo tiempo tiene cada vez menos conocimiento de lo que se produce a partir de esa información", reflexiona Axel Calles. "Ves las noticias pequeñas desde que te reparten el diario en el metro, gratis. Y las lees todas entre la estación Tobalaba y la Chile... eso es para las personas que no saben lo que está pasando; pero si el consumidor quiere tener opinión va a tener que leer análisis de alguna otra forma. Eso se une a que cada vez más la política y los medios de comunicación van a tener que generar opinión, porque en unos pocos años las elecciones y plebiscitos van a ser por la red, y la persona que quiera participar en la comunidad y tenga que ir a votar, primero debe tener una opinión".

Y los llamados a organizar esta nueva ágora, a dar las oportunidades de intercambio de opiniones, y en suma a contribuir a crear al nuevo ciudadano, son los periodistas.

Los digitales.


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