Le he estado dando duro al tema de la democracia electrónica en la mouse (ver aquí y acá) y me topé con el fraude en el estado de Florida en las elecciones del 2000, en que salió electo Gorge Bush Jr, y en la cual hasta 57.000 personas, en su mayoría afroamericanas y demócratas, fueron privadas de su derecho a voto.
Resulta que el gobernador es su hermano y contrató a una empresa para hacer una lista con los criminales que no podían votar. Pero se el socio se entusiasmó y dio instrucciones para que en la lista se agregaran las personas que tenía nombres o apellidos parecidos, e incluso con fechas de nacimiento similares.
Esta ollita fue destapada por el periodista Greg Palast en su libro «The Best Democracy Money Can Buy «.
Y como van las cosas, en el 2004 se repetirá el cuento porque aún cuando se sabe del problema, nadie ha hecho nada para solucionarlo. Se calcula que quedaron inhabilitados para votar alrededor de 94.000 personas, entre negros y demócratas.
Coincidencia o no, el tema se me metió en la cabeza y resultó que la Acti eligió su directorio con una votación electrónica en esta semana, ciberanía y otras organizaciones se pusieron las pilas sobre la agenda digital ciudadana y hay elecciones utilizando urnas electrónicas en India, mientras que Brasil le presta implementos de este tipo a Ecuador… y en españa hay otras iniciativas al respecto.
Eso se llama sintonizar con los tiempos ¿eh?