Por fin una derrota de Bush en los tribunales. Resulta que al megalómano presidente de estados unidos se le metió entre ceja y ceja la organización Greenpeace. Y los demandó en los tribunales de Miami (seguramente pensó que estando su hermano como gobernador… a, pero eso es Florida… ¿será dependiente administrativamente?… tarea pa la casa).
Resulta que en abril de 2002, seis activistas abordaron frente a la costa de Florida un buque mercante que se dirigía a Miami y desplegaron una pancarta con el lema Presidente Bush, detenga la tala ilegal . El barco era un transporte de madera ilegal.
La cosa es que los activistas debieron pagar una multa y pasar un fin de semana en prisión… pero en julio de 2003, el Departamento de Justicia decidió procesar a toda la organización en su conjunto. Así, la fiscalía recurrió a la una ley de 1872 contra el sailormongering , una práctica por la cual las prostitutas de los puertos subían a los barcos o incitaban a los marineros desde tierra a acudir a las tabernas. Esta ley «oscura» se había utilizado hasta ahora sólo en dos ocasiones en 130 años, la última de ellas hace cien años.
Afortunadamente el juez que vio el caso tuvo la cordura de rechazar la denuncia. El juez Adalberto Jordan, quien ya había expresado sus dudas sobre la denuncia presentada por la Fiscalía, y que incluso había aceptado la petición de Greenpeace de celebrar un juicio con jurado, decidió finalmente desestimar la demanda por falta de pruebas. De haber tenido éxito la denuncia, Greenpeace podría haber sido declarada organización criminal e ilegalizada.
Para Greenpeace, esta es una «victoria para la libertad de expresión». Sin embargo, el hecho de que el Fiscal General, John Ashcroft, decidiera presentar una denuncia contra la organización en su conjunto, cuando los activistas que realizaron la protesta ya habían sido condenados, es una señal preocupante, según la ONG.
En palabras del director ejecutivo de Greenpeace España, Juan López de Uralde, «nuestras libertades siguen en peligro». «La Administración Bush y sus aliados están empeñados en reprimir las protestas civiles -explicó-, pero nunca cesaremos en nuestro empeño en proteger nuestros bosques, nuestro aire, nuestras aguas y en construir un futuro verde y pacífico».
Mi padre se sumó a la campaña de mailings al respecto… grande viejo 
pedro
es que cuando se me mete una idea en la cabeza, no quedo tranquilo hasta sacarla adelante, sobre todo si es buena