Lo dijo el abogado del cura, anoche en «última mirada»: la UDI jugó sola y metió un gol. Ahora entraba el otro equipo a la cancha e iban a perder.

Dicho y hecho, así no más fue. ¿Cómo es posible que una jueza -de bastante dudoso juicio- los meta a la carcel y de inmediato la corte de apelaciones diga que en ningún momento hubo delito? Está bien, lo jurídico no es un ciencia exacta, pero… es como mucho ¿no?

Esta señora (Eleonora Domínguez) parece que se embaló y metió a todo el mundo preso: Al cura, a Bueno, al dirigente poblacional de la UDI Juan Díaz, y a los periodistas. Como que no supo distinguir una cosa de otra, se mareó, o quizás quizo dejar contentos a moros y cristianos. Malo, malo.


Update: cito lo siguiente desde La Nación

» Y en un verdadero gesto hacia la jueza Domínguez, el tribunal añade que €œtampoco resulta posible procesalmente para un juez distinto del que conoce del proceso en que se habría cometido el ilícito, hacer juicio de valor respecto de la veracidad o falsedad de los testimonios, los cuales necesariamente deben analizarse y ponderarse en el contexto general de la causa». Por lo mismo conminan a la magistrada a estudiar si le corresponde la competencia de esta arista del caso Spiniak.»