Siendo las 21 con 33 del horario de verano, que fue cambiado anoche, hemos dejado la olla en el fogón para que pacientemente se sancochen las frutillas y el azucar, y tengamos un respetable provisión de exquisita mermelada casera.
Por fin nos pusimos las pilas. Este año estuvimos algo flojos. De hecho compramos como 5 kilos de manzanas, pero nunca nos animamos a pelarlas… y ahí fueron hechando raices. Pero hoy fuimos a la feria y vimos las cajas de frutillas… y no me pude resistir. Le propuese la idea a la brujis y aprovechando el fin de semana largo, nos pusimos manos a la obra. Eso sí que ya estabamos dejándolo para después, pero los ñiños comenzaron a pasearse por arriba, reventar algunas y dejar todo manchado, asi que hubo que apurarse.
Ahora a esperar, saborear el aroma y luego a envasar para tener una buena provisión para el invierno y el otoño. Antes, cuando teníamos despensa, pasaba llena de mermeladas. De mora, de frutilla, de manzana, de frambuesa… de lo que se nos ocurriera. Pero desde que nos cambiamos a Ñuñoa lo hemos ido dejando… mucho trabajo… y como ahora el tiempo no nos sobra… pero es bueno retomar viejas costumbres. Sobre todo cuando son sanitas
.:: RanteriX ::.
yummi…
manda la receta 😀
.::RanteriX::.
Srta. Lee
Uf… si hay una fruta que me gusta es la frutilla, con crema son una delicia, y de la mermelada ni hablar…no puedo evitar comerla a cucharadas 😛