Encontré un artículo muy bueno de Howard Zinn en rebelion.org. Se titula «Las anteojeras del pueblo estadounidense», y analiza el porqué las clases dirigentes obtienen tanto apoyo de parte del pueblo norteamericano. Enumera una serie de razones, entre las cuales destacan la falta de memoria histórica y la nula conciencia espacial.

Reproduzco una pequeña porción:

Podríamos recordarles que el presidente Polk mintió a la nación sobre las razones para ir a la guerra con México en 1846. No eran que éste país hubiera €œderramado sangre estadounidense en nuestro propio suelo €, sino que Polk, y nuestra aristocracia esclavista, deseaban apoderarse de la mitad del territorio de México.

Podríamos señalar que el presidente McKinley mintió en 1898 sobre las razones para invadir Cuba, diciendo que queríamos liberar la isla del control de España, cuando la verdad era que efectivamente queríamos que España abandonara Cuba para poder ofrecérsela a la United Fruit y otras corporaciones de EE UU. Mintió también sobre las razones de nuestra guerra en las Filipinas, cuando afirmó que sólo buscábamos €œcivilizar € a los filipinos, cuando la razón real era hacerse con un buen pedazo de tierra en el Pacífico occidental, aunque para ello tuviéramos que matar a miles de filipinos.

Nuestro presidente Thomas Woodrow Wilson €“con tanta frecuencia calificado en nuestros libros de historia de €œidealista € €“ mintió sobre nuestras razones para entrar en la I Guerra Mundial, afirmando que era una guerra para €œhacer el mundo seguro para la democracia €, cuando realmente era una guerra para hacer el mundo seguro para los poderes imperiales occidentales.

Harry Truman mintió cuando dijo que la bomba atómica fue lanzada sobre Hiroshima porque esta ciudad era €œun objetivo militar €.

Todos mintieron sobre Vietnam: Kennedy sobre la magnitud de nuestra implicación, Johnson sobre el incidente del Golfo de Tonkín, Nixon sobre el bombardeo secreto de Camboya, todos ellos asegurando que se trataba de mantener Vietnam del Sur libre de comunismo, cuando lo que realmente querían era mantener ese país como avanzadilla estadounidense en el confín del continente asiático.

Reagan mintió sobre la invasión de Grenada, afirmando, falsamente, que era una amenaza para nuestro país.

Bush padre mintió sobre la invasión de Panamá, que tuvo como consecuencia la muerte de miles de civiles de ese país. Luego volvió a mentir sobre la razón para atacar Irak en 1991: no se trataba de defender la integridad de Kuwait €“¿es alguien capaz de imaginar a Bush afligido por la invasión de este país por Irak? €“ sino de afirmar el poder de EE UU en un Oriente Próximo rico en petróleo.

Teniendo en cuenta este abrumador récord de mentiras destinadas a justificar guerras, ¿cómo se puede creer al joven Bush cuando expone sus razones para invadir Irak? ¿No deberíamos rebelarnos, instintivamente, contra el sacrificio de nuestras vidas a cambio de petróleo?

Pueden leer el artículo completo, en español, aquí. Y ver el original, en inglés, acá.