La promoción de una criptomoneda fraudulenta, la defensa de la venta de órganos y la apertura a debatir el comercio de niños: cómo las ideas radicales de Javier Milei exponen los peligros de la desregulación y alimentan mercados oscuros.

El Cisne Negro de $LIBRA: Estafa, Influencers y el Precio de la Credibilidad

El 14 de febrero de 2025, el presidente argentino Javier Milei anunció en redes sociales el lanzamiento de la criptomoneda LIBRA, presentándola como un proyecto privado para «incentivar el crecimiento de la economía argentina». En horas, su valor se disparó  de 0.000001  dólares a 5.20 dólares, atrayendo a 40.000 inversores y alcanzando una capitalización de USD 4.000 millones. Sin embargo, tras el retiro de cerca de 87 millones de dólares (más del 80% del dinero circulante) por parte sus desarrolladores, el token colapsó 0.19 USD, dejando pérdidas millonarias y una ola de denuncias por estafa.

La operación, calificada como rugpull —un esquema piramidal donde los creadores abandonan el proyecto tras enriquecerse—, reveló la complicidad de figuras cercanas a Milei. Hayden Mark Davis, de Kelsen Ventures, y Julian Peh, CEO de KIP Protocol, fueron señalados como responsables, mientras el presidente intentó desligarse alegando haber sido «estafado». Sin embargo, su rol fue clave: su tweet fijado con el enlace de compra funcionó como un CBU digital, y su respaldo como economista otorgó credibilidad a un activo sin respaldo real.

Influencers como Agustín Laje y traders como Mauricio Novelli, históricos aliados de Milei, promovieron $LIBRA antes de su desplome. Muchos de ellos, junto a pequeños inversores, quedaron atrapados en la caída. Jonatan Baldiviezo, abogado de víctimas, denunció que el proyecto aprovechó la «fe ciega» en Milei, especialmente entre jóvenes libertarios que ven en él un ícono anticorrupción.

El escándalo no solo dañó la reputación del gobierno, sino que expuso un patrón: en 2022, Milei promocionó la plataforma CoinX, luego denunciada como estafa piramidal, y el token $VULC, que también colapsó. Su retórica antiestatal, combinada con apoyo a proyectos de alto riesgo, genera un caldo de cultivo para fraudes.

Órganos, Niños y la Lógica del Mercado Sin Límites

Milei no solo ha defendido la desregulación financiera. En 2022, declaró que la venta de órganos es «un mercado más», argumentando que «mi primera propiedad es mi cuerpo» y que prohibirla condena a los pobres a morir de hambre. Inspirado en el economista Gary Becker, sostiene que un mercado libre reduciría las listas de espera y combatiría la corrupción en el sistema de donación.

Sin embargo, su postura ignora los riesgos éticos. El Incucai —encargado de trasplantes en Argentina— advirtió que mercantilizar órganos convierte a las personas en «objetos», violando derechos humanos y perpetuando la explotación de vulnerables.

Peor aún, Milei extendió su lógica a un tema aún más oscuro: la venta de niños. En 2022, sugirió que, en un futuro anarcocapitalista, «los usos y costumbres» podrían legitimar esta práctica. Aunque aclaró que él no vendería a un hijo, su argumento —basado en teóricos como Murray Rothbard— normaliza la idea de que los cuerpos (incluso los infantiles) son mercancías negociables.

Estas declaraciones, presentadas como «debates filosóficos», tienen un impacto concreto: alimentan narrativas que justifican mercados negros. En Argentina, donde el tráfico de órganos es un delito penal, la retórica de Milei debilita el sistema solidario de donación —como el Programa de Donación Renal Cruzada— y abre grietas para que mafias operen bajo el discurso de la «libertad individual».

Desregulación: El Caballo de Troya de los Mercados Oscuros

La ideología de Milei, arraigada en el anarcocapitalismo, prioriza la eliminación del Estado como regulador. Su ministro Federico Sturzenegger defendió en el FMI que la desregulación «libera a las pymes y reduce la corrupción» Pero el caso $LIBRA y sus posturas sobre órganos y niños muestran lo contrario: sin marcos legales, el poder se concentra en quienes controlan el capital.

La desregulación financiera facilitó el rugpull de $LIBRA, donde unos pocos 87 millones en horas, mientras pequeños ahorristas lo perdieron todo. De igual modo, un mercado de órganos «libre» beneficiaría a intermediarios y clínicas privadas, no a donantes pobres.

Cuando la Utopía del Mercado Choca con la Realidad

Las ideas de Milei, aunque se presenten como revolucionarias, reproducen dinámicas de explotación. La estafa de $LIBRA dejó en evidencia que, sin regulación, los más vulnerables son presa de esquemas piramidales. Su defensa de mercados de órganos y niños, aunque teórica, normaliza prácticas que atentan contra la dignidad humana.

El daño social ya es tangible: pérdida de confianza en el sistema financiero, erosión de programas de donación altruista y el riesgo de que Argentina se convierta en un paraíso para estafadores y redes de tráfico.

Este caso debe servir como alerta global: las promesas de libertad absoluta suelen esconder agendas que benefician a elites económicas. La verdadera emancipación no reside en mercados sin reglas, sino en sistemas que protejan a los débiles de los abusos de los poderosos.

 

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