magina un mundo donde unos pocos controlan los recursos esenciales, mientras la mayoría intercambia su trabajo por migajas. No hablamos del siglo XII, sino del XXI. El tecnofeudalismo, un concepto impulsado por economistas como Yanis Varoufakis y Cédric Durand, describe cómo las grandes tecnológicas (Google, Amazon, Meta, etc.) han reconfigurado el poder económico y social, creando una estructura jerárquica que recuerda al feudalismo medieval, pero con algoritmos y datos como moneda.

¿Qué es el tecnofeudalismo?

Según Varoufakis, en este sistema, las corporaciones tecnológicas actúan como «señores feudales digitales», controlando «feudos» como plataformas, datos y algoritmos. Los usuarios, en cambio, son «siervos digitales» que ceden información personal a cambio de acceso a servicios, sin recibir compensación justa por el valor que generan.

Características clave:

  1. Monopolios digitales: Las Big Tech dominan mercados mediante el control de infraestructuras críticas (ej. Amazon en el comercio electrónico).
  2. Economía de rentas: No producen bienes, sino que extraen valor mediante datos y publicidad, como señala Durand: «La renta de la nube reemplaza al beneficio capitalista tradicional».
  3. Dependencia algorítmica: Los usuarios y empresas dependen de plataformas para visibilidad y subsistencia, sometidos a reglas opacas.

Implicaciones: ¿Por qué esto no es capitalismo?

El capitalismo clásico se basaba en producción y competencia. El tecnofeudalismo, en cambio, prioriza el control monopolístico y la extracción de rentas:

  • Financiarización extrema: El valor de empresas como Apple (2 billones de USD en 2020) no refleja su aporte a la economía real, sino su capacidad para acumular datos.
  • Precarización laboral: Trabajadores de apps como Uber carecen de derechos básicos, sometidos a algoritmos que maximizan la explotación.
  • Amenaza a la democracia: Las Big Tech influyen en elecciones y opinión pública mediante manipulación algorítmica, como reveló el escándalo de Cambridge Analytica.

Varoufakis lo resume así: «El capitalismo murió, pero no lo hemos enterrado. En su lugar, emergió un tecnofeudalismo donde los datos son la nueva tierra».

 

Los detractores: ¿Es solo capitalismo 2.0?

No todos aceptan esta teoría. Algunos críticos, como el economista Lucas Aguilera, argumentan que el tecnofeudalismo es una metáfora útil, pero no un sistema nuevo:

  • Profundización capitalista: Aguilera señala que la acumulación de capital sigue siendo el motor, aunque con herramientas digitales: «La renta no reemplaza a la plusvalía, sino que la amplifica».
  • Innovación vs. control: Las tecnológicas impulsan avances (ej. IA), lo que contradice la idea de un estancamiento feudal.
  • Regulación posible: La UE ha multado a Google y Meta, demostrando que los estados aún pueden limitar su poder.

El tecnofeudalismo no es un destino inevitable, sino una advertencia. Mientras Varoufakis propone «poseer colectivamente la nube» 10, otros abogan por impuestos a rentas digitales y transparencia algorítmica. La disyuntiva es clara: o democratizamos la tecnología o permitimos que unos pocos «señores digitales» escriban las reglas del futuro.

Como diría Shoshana Zuboff, autora de «La era del capitalismo de la vigilancia»«Si el siglo XXI nos enseña algo, es que la tecnología sin regulación es un arma de doble filo».

Fuentes:

  1. El tecnofeudalismo: implicaciones económicas, crisis de la democracia…
  2. ¿Qué es el tecnofeudalismo y cuál es su relación con el capitalismo…
  3. Análisis sobre la corriente del tecnofeudalismo
  4. Tecnofeudalismo: ¿Una nueva forma de capitalismo en la era digital?
  5. Tecnofeudalismo: la nueva era del poder corporativo
  6. ¿Tecno-feudalismo, o lavarle la cara al capitalismo?
  7. ¿Qué es el tecnofeudalismo? – El Orden Mundial
  8. Una nueva forma de agresión capitalista: el tecnofeudalismo