En un mundo hiperconectado, la sobrecarga de información y la pereza mental nos han llevado a romantizar la ignorancia. Te cuento mi viaje al fondo de las cámaras de eco, los algoritmos tóxicos y por qué decir «no sé» podría salvarnos.

Hace 29 años, mientras cursaba mi cuarto año de Periodismo, sentía que cada día el mundo se aceleraba. Debía estar atento a diarios, sup0lementos, programas de tv, informativos de radio, y estar al día con TODO lo que estaba sucediendo en Chile y el mundo. Mi cerebro era una bandeja de entrada desbordada. ¿El resultado? Un colapso mental.

Años después volvió a ocurrir, pero esta vez con notificaciones del teléfono, mensajes en Instagram, pendientes en los correos, avisos de linkedin y facebook, constantes interrupciones de whatssap y aún  mas cosas que exigían mi atención. Los debates en redes se fueron degenerando de sesudos post con matices y consideraciones, a respuestas cortas, viscerales, el meme y la carita riendo.

Sin querer, me volví cómplice de un sistema que premia la arrogancia y castiga la duda.

El Efecto Dunning-Kruger: Por Qué los Más Ignorantes son los Más Seguros

¿Has visto a ese usuario de X (ex Twitter) que opina de geopolítica con la seguridad de un general retirado, pero confunde Corea del Norte con Corea del Sur? No es casualidad. Es el efecto Dunning-Kruger en su máxima expresión: cuanto menos sabemos, más seguros nos sentimos.

¿Cómo nos manipulan los algoritmos?

  • Engagement > Verdad: Un estudio del MIT reveló que las noticias falsas se viralizan un 70% más rápido que las verdaderas. Los algoritmos priorizan contenido emocional, no preciso.
  • Validación instantánea: Cuando publicas «las vacunas son un negocio» y recibes 500 retuits de cuentas afines, tu cerebro libera dopamina. La ignorancia, literalmente, se vuelve adictiva.

 

Infoxicación y Datoxicación: Los Dos Monstruos que Nos Ahogan

Ambos términos suenan similares, pero son caras de una misma moneda envenenada:

  • Infoxicación: Es la intoxicación por contenido cualitativo. Por ejemplo: leer 10 artículos contradictorios sobre si el café causa cáncer.
  • Datoxicación: Es la sobredosis de datos cuantitativos. Por ejemplo: obsesionarse con las estadísticas de likes, seguidores o el último informe de audiencias.

¿Por qué nos derriten el cerebro?
Un estudio de la Universidad de Stanford descubrió que el 65% de los millennials prefiere buscar respuestas rápidas en redes sociales antes que en libros o artículos científicos. ¿Motivo? La flojera intelectual nos hace elegir el atajo más fácil, aunque sea erróneo.

Cámaras de Eco: Donde las Mentiras se Vuelven Realidad (por Repetición)

Imagina entrar a un bar donde todos gritan lo mismo. Así funcionan plataformas como TikTok o Facebook: te encierran en burbujas donde solo escuchas eco de tus propias ideas.

Ejemplo crudo:
Durante la pandemia, mi feed de Instagram estaba lleno de «expertos» antivacunas. Los algoritmos, al detectar mi interés inicial por leer críticas, me enterraron en contenido conspirativo. Tardé meses en darme cuenta: no estaba investigando, solo alimentando mis prejuicios.

Los números no mienten:

  • El 78% de los chilenos reconoce haber creído una noticia falsa compartida en WhatsApp (Estudio PNUD, 2023).
  • El 43% de los jóvenes entre 18-25 años prefiere informarse por TikTok antes que por medios tradicionales.

Flojera Intelectual: El Virus más Peligroso de la Era Digital

Nuestro cerebro evolucionó para ahorrar energía, no para lidiar con terabytes de datos diarios. La flojera intelectual es un mecanismo de supervivencia… que las redes explotan:

  • Pensamiento binario«O estás conmigo o contra mí». Las discusiones complejas se reducen a eslóganes.
  • Adicción a la inmediatez: ¿Para qué leer un libro de 300 páginas si un influencer resume «toda la filosofía estoica en 5 tips»?

La paradoja: Vivimos en la era con más acceso al conocimiento, pero la UNESCO alerta que el 60% de la población mundial carece de habilidades básicas para filtrar información falsa.

Cómo Desintoxicarse (Sin Volverse un Ermitaño Digital)

No se trata de borrar tus redes, sino de usarlas con intención crítica:

a) Conviértete en un Sherlock Holmes de datos:

  • Herramientas clave: Google Scholar para estudios serios, Revista Médica Chilena para salud, y FactCheck.org para desmentir engaños.
  • Truco pro: Usa comillas en las búsquedas («cambio climático» + «estudio 2023») para filtrar basura.

b) Sigue a quien te desafíe:
Si tu feed es un monólogo, algo falla. Te recomiendo:

c) Practica el «Ayuno de Opiniones»:
Una vez a la semana, publica solo preguntas, no afirmaciones. Ejemplo: «¿Alguien tiene datos fiables sobre la reforma previsional?».

La Ignorancia no es Inocente, es Comodidad

Romantizar la estupidez no es rebeldía, es rendirse. Pero aquí hay esperanza: cada vez que eliges leer un artículo sobre un estudio en lugar de un meme, o sigues a alguien que te incomoda, le robas un gramo de poder a los algoritmos tóxicos.

La próxima vez que sientas esa flojera mental, recuerda las palabras de Carl Sagan: «Vivimos en una sociedad exquisitamente dependiente de la ciencia y la tecnología, en la que casi nadie sabe nada sobre ciencia y tecnología».

¿Has sentido que las redes nublan tu capacidad de pensar críticamente? ¿Qué haces para desintoxicarte? ¡Cuéntame en comentarios!