"En busca del periodista digital"

Recordando el Reportaje

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Desde el principio sabía que debía realizar un reportaje. Intuía que era la única forma de narrar, en toda su riqueza, el tema que quería investigar. Pero los requisitos metodológicos exigían definiciones, explicaciones, justificaciones del por qué usar tal o cuál género periodístico.

Así las cosas, no quedó otra alternativa que recurrir a la teoría. ¿Por qué esto debe ser un reportaje?

Según Julio Del Río, en su libro "Teoría y práctica de los géneros periodísticos informativos", el reportaje no es una noticia, sino lo que sucede alrededor de ella: "(...)es su coyuntura. Es su fundamento y por lo mismo se rige por los factores que determinan el valor de la noticia y los elementos de interés noticioso. A partir de una noticia, trasciende al suceso. Busca lo que hay detrás de la noticia (sus causas) y adelante (su proyección). Así, más que tratar un acontecimiento, estudia una situación, el hecho y su contexto [1]".

De esta forma, según este autor, el tema y el valor de un reportaje estaría determinado por los factores y elementos de interés de las noticias. En forma sucinta, éstos son [2]:

 

1.1        Factores:

  • Oportunidad: Informar a tiempo, primero al público, cuando requiere de esa información.

  • Proximidad: Relación proporcional entre el interés de la noticia y la cercanía del hecho al público objetivo (física o psicológica).

  • Tamaño: A mayor magnitud, más interesante.

  • Importancia: Lo significativo, lo trascendente.

  • Actualidad: Es el tiempo que transcurre entre el hecho y la difusión de la noticia basada en él.

  • Novedad: Indica algo no sabido hasta la fecha. Es cualitativo.

  • Utilidad: Es más interesante si entrega conocimientos útiles al lector, no en el sentido de practicidad, sino como guía para la formación de opinión y para tomar acciones en consecuencia.

 

1.2        Elementos de Interés:

  • Interés personal.

  • Dinero

  • Sexo

  • Conflictos

  • Lo inusitado

  • Fama

  • Interés humano

  • Suspenso

  • Que afecte a grandes grupos organizados

  • Competencia

  • Descubrimientos e invenciones

  • Delincuencia

Esta definición adolece de un problema: su estrechez de miras. Al crear un esquema que reduce la temática a lo que hace noticia se ponen anteojeras a la realidad. Por ellas se pueden pasar por alto procesos que pueden revolucionar la sociedad tan sólo porque su actuar es lento, quitado de bulla, pero persistente, como la gota de agua que horada la roca.

Este es un problema tan viejo como el periodismo mismo:  "La preferencia por 'la historia' (the story) que el periodismo sabe puede ser comunicada, lo conduce a desestimar los cambios que necesitan ser contados, pero que no calzan con los estándares de familiaridad, simplicidad y drama" [3].

Aquí surge un elemento importante para una definición: debe permitir la amplitud de la temática más que su restricción.

 

1.3        Conceptualizando el reportaje

Las definiciones de reportaje son tantas como teóricos del periodismo existen, pero se pueden encontrar rasgos comunes en ellas.

Martín Vivaldi, en su libro "Géneros periodísticos", no peca de tacaño. A falta de una, entrega cuatro:

    1. El reportaje es un "informe, más o menos extenso, sobre los variados problemas, temas o sucesos de actualidad" .

    2. "Relato periodístico esencialmente informativo, libre en cuanto al tema, objetivo en cuanto al modo y redactado preferentemente en estilo directo, en el cual se da cuenta de un hecho o suceso de interés actual o humano" .

    3. "Narración informativa, de vuelo más o menos literario, concebida y realizada según la personalidad del escritor-periodista" .

    4. "Todo trabajo informativo que no sea la estricta noticia, el artículo literario o de opinión o la crónica, es reportaje" .

Según este autor, la única diferencia entre el reportaje y la información pura es la libertad expositiva que goza el reportero. Esto, porque "todo reportaje tiene un claro sentido informativo: se escribe para dar cuenta  de algo que se juzga digno de ser divulgado y, por ende, conocido. 

El reportaje cuenta un hecho importante o significativo, pero sin juzgarlo ni valorarlo. Es el lector quien debe valorar los hechos, según su personal estimativa, de acuerdo con los datos del informe [4]".

Para Ulibarri el asunto es más complejo: "Hace más de 20 años, al interrogarse sobre la condición y esencia de la novela, el escritor argentino Ernesto Sábato encontró una lapidaria y lúcida respuesta: '...es como la historia y su protagonista el hombre: un género impuro por excelencia. Resiste cualquier clasificación total y desborda toda limitación...'. Algo similar puede decirse del reportaje. En su diversidad, creatividad, profundidad, prolijidad, ritmo, ambiciones, impulsos, expresividad, amplitud, disonancias y contaminaciones, reside su grandeza; la fuerza que proyecta sobre los lectores, el efecto que produce en la sociedad y la atracción que ejerce en los periodistas. Pero también por ello desafía a quienes hacen taxonomía en esta profesión: su capacidad de cambio, regeneración, metamorfosis y evolución convierte en relativo y riesgoso todo intento por clasificarlo o definirlo con linderos precisos" [5].

No obstante esta declaración de principios, Ulibarri arriesga una definición, a mi juicio mucho más completa y compleja que las anteriormente descritas. La clave para saber lo que es un reportaje, radica en la comparación con otros géneros periodísticos. Ulibarri lo hace a través de las categorías propuestas para explicar la noticia:

  1. Ámbito: en la noticia son los acontecimientos; en el reportaje, son los personajes, las ideas, incluso los lugares. En suma, su contexto. "El periodista preocupado por tener una visión más orgánica de la realidad, y por producir reportajes más relevantes e interesantes debe, entonces, añadir a su relación con los acontecimientos singulares que hacen la noticia, el interés por los procesos y las situaciones. Debe tener una voluntad acumulativa respecto a su entorno: al 'sumar' hechos relacionados entre sí, pero que aisladamente muestran poco, salvo su misma intrascendencia, quizá logre percibir tendencias que han pasado inadvertidas"[6].

  2. Propósitos: la noticia busca informar; el reportaje va más allá. Quiere explicar, relacionar, interpretar, proyectar. "En sus reportajes, el periodista debe esforzarse más por abrir ventanas que por describir las vistas que impiden ver; debe buscar lo que otros han dicho, lo que ha sucedido o lo que simplemente es, y transmitirlo ordenadamente al lector" [7].

  3. Recursos de razonamiento y expresión: La noticia tiende a lo objetivo, a la correspondencia entre los hechos y el relato. Usa la denotación; el reportaje lo hace, pero también debe generalizar, proyectar, etc. Para ello usa la Inferencia. "Trascender los hechos observables en el reportaje no implica opinar, sino sopesar y analizar. No debe conducirnos al ámbito de los juicios de valor, sino al de las conclusiones bien respaldadas"[8].

  4. Fuentes: Se utiliza la investigación y fuentes múltiples. En la noticia en general son reconocibles y únicas.

  5. Actualidad: El concepto es diferente para la noticia y para el reportaje. Para la primera, es inmediatez. Para el segundo, vigencia. "La habilidad del periodista consiste en identificar el momento más oportuno para su acción profesional. Esta oportunidad estará determinada por el efecto -potencial o real- del hecho o la situación sobre determinados grupos, por la vigencia del interés público que se despierte, por su relación con el debate público o por sus nexos con los acontecimientos noticiosos que alimentan el debate"[9].

  6. Recursos expresivos: Es un género tan amplio que utiliza la narración, la exposición, la descripción y el diálogo.

Luego de buscar los elementos coincidentes en diferentes definiciones de otros teóricos, concluye que: "en el reportaje hay información, con diferentes grados de profundidad y extensión. Los medios recomendados para obtener esta información varían, pero la observación testimonial, la documentación, la investigación inspirada en métodos científicos y las entrevistas son esenciales. Su propósito puede ser informar acerca de un hecho inmediato, narrar al lector lo que acontece en lugares remotos, ampliar la noticia o revelar la trama de los vínculos existentes en un conjunto de hechos. Por otra parte, sobre la participación del periodista las recomendaciones van desde que se abstenga de emitir opiniones o se inmiscuya en el relato, hasta que lo personalice, pues por otro camino no puede alcanzar estatura literaria"[10].

En suma, diversidad es la palabra clave para designar al género. Pero una diversidad con fronteras, que permiten postular esta definición:

"Reportaje es el género periodístico que indaga con distintos grados de profundidad, valiéndose de múltiples fuentes y métodos, sobre hechos o situaciones de interés público para dar a conocer su existencia, relaciones, orígenes o perspectivas, mediante el empleo de diversas estructuras y recursos expresivos"[11].

De esta manera, y a la luz de la revisión de autores expuesta anteriormente, podríamos afirmar que en el reportaje cabe de todo. Desde el relato aséptico hasta la narración de una experiencia, siempre y cuando se respeten las dos reglas de oro:

  1. Que el hecho sea real (como contraposición a la ficción literaria). Esto se acerca al concepto norteamericano de la "Action Story", o "Reportaje profundo o gran reportaje" de Vivaldi. "El reportaje profundo o gran reportaje podría ser diferenciado como un trabajo más personal y libre, donde el módulo formal se rinde, se doblega ante la personalidad del periodista-escritor"[12].

  2. Se debe utilizar un estilo directo, en el que se cuenta o narra sin comentario alguno, sin editorializar . Esto quiere decir que el escritor desaparece. Lo único que el lector ve es lo que se cuenta, narra, muestra o describe.

Para Vivaldi el comentario es sinónimo de editorial. Y ésta es igual a OPINAR. Lo dice cuando recalca que "el reportero narra, expone, descubre; no opina (...) La opinión es un juicio subjetivo, [mientras que] la interpretación es (...) una valoración objetiva basada en antecedentes, análisis, concatenación y exposición comprensiva de los acontecimientos" [13].

Esto no es una prohibición para el uso de la primera persona, sino a opinar sobre lo correcto o incorrecto del (los) hecho(s), a entregar el tema digerido al lector. La idea es que el texto logre hacerle pensar, que pueda formar su propia opinión. "En el estilo directo no se explican las cosas: se muestran; no se razona con opiniones: se hace razonar con hechos. Se dice cómo son las cosas según las ve el escritor"[14].

 

1.4        Los "Deber ser..."

Un elemento muy importante del reportaje, según Vivaldi, es la variedad. "Nos da descripciones, diálogos, anécdotas, rasgos de humor, ocasiones para reflexiones filosóficas, etc. (...) Se deben ver las cosas, se debe oír a las personas; se debe ver y oír todo lo que sea visible y audible"[15].

Según esto, los elementos para realizar un reportaje, considerando lo expuesto por Vivaldi son:

  1. Clara visión de los hechos (observación).
  2. Análisis de los mismos (reflexión).
  3. Mentalidad científica (objetividad)
  4. Exposición detallada.

Es importante notar que este último aspecto requiere la utilización de los siguientes considerandos:

  1. Trazar un esbozo o croquis de nuestro trabajo
  2. Anotar los hitos más importantes del relato
  3. Buscar un clímax o punto culminante
  4. Procurar que el relato no decaiga tras el clímax
  5. Escribir la entrada o los primeros párrafos y seleccionar de entre ellos el que tenga más fuerza o garra
  6. Escribir el final o "salida"
  7. Anotar cuantas anécdotas puedan prestar interés humano al reportaje
  8. Procurar que el relato tenga unidad desde el principio al fin, en torno  al punto culminante o clímax de la historia.

Por su parte, Ulibarri también entrega su receta de ocho pasos[16]:

  1. La idea.

  2. El propósito: es buscarle algún fin, considerarla en función de algo o para algo. Para ello es necesario "comenzar a crear relaciones con otros ámbitos de nuestra experiencia o conocimiento y pensar en los recursos con que contaremos para desarrollarlos"[17].

  3. El enfoque: Se trata de definir con la mayor precisión posible qué vamos a investigar, qué queremos ofrecer con nuestro reportaje.

  4. La investigación: Aplicación de métodos para recopilar la información: entrevistas, encuestas, observación, análisis estadístico, unirse al grupo de estudio, etc. Y debe sistematizarlos.

  5. La selección: decidir qué va y qué queda afuera.

  6. El razonamiento: aquí es donde se relaciona, se proyecta, se infiere. Está presente en todo momento durante el reportaje.

  7. Confección o armado: Depende del soporte en que irá el reportaje: papel, TV, radio o digital.

  8. La presentación: diagramación, efectos especiales, musicalización, etc.

De esta manera, tomando en cuenta lo expuesto anteriormente, puedo resumir que el reportaje es la opción lógica para esta investigación. Es el único género que permite expresar la riqueza del tema a investigar, al tiempo que justifica la elección de un tema que, si bien no es noticioso, sí puede mostrar una evolución de la sociedad.


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