Mes: septiembre 2004

Con este, son cuatro cinco post en el mes… flautas… en mi favor sólo puedo alegar que he estado con el agua hasta el cuello respecto al trabajo, por lo que no me queda mucho tiempo (ni ganas) de escribir. Me despierto frente al pc y no me despego hasta altas horas de la madrugada… y este post está escrito en un momento en que estoy reiniciando un servidor de pruebas donde trabajo.
Bueno, contar que hoy conocimos la casa del zócalo… fuimos a Chile.com, el holding al que pertence 123hosting y paseamos por el datacenter. Increible toda la tecnología y el personal que trabaja allí. Bueno, nos han salido más confiables que otros servicios.
Ahora a cruzar los dedos para que el martes firmemos los papeles y les cuento las novedades

¿Cómo se distingue el estar seguro de tener la razón de la soberbia? ¿O de que nuestros miedos nos ciegan de forma tal que nos negamos a afrontar la realidad, confundiéndolo con una postura «razonable»?

En el último tiempo he ido dándome cuenta que mis certezas pueden estar fundadas en arena movediza, por lo que trato de mantenerme lo más abierto de mente posible, pillándome en las actitudes de «aquí te las traigo peter» y corrigiéndolas. Quizás por eso molesta ver a otros que caen en la trampita y se revuelcan en ella felices de la vida.

¿Qué se saca con la envidia? ¿Con la competencia sin sentido? ¿Porque el otro hace algo yo tengo que hacer lo mismo, pero con más bombo y escándalo?

Hay gente que se pasa pontificando por la vida. Yo dejé de hacerlo hace rato (era uno de ellos), porque creo que cada experiencia es distinta. A lo más contar cómo son las cosas para uno, pero de ahí a extrapolarlo y decir que todos deben vivir como yo… no, no. Son esas actitudes las que me molestan. Y supongo que será porque aún no destierro totalmente a ese enano feo al que me he referido en este post.

Pero estoy en eso. Por lo menos puedo decir que mi vida no gira en torno a lo que otros dicen o hacen.

Fui a la fiesta dieciochera en el estadio nacional, aprovechando que queda cerca de mi casa. Entretendio. Hacía tiempo que no iba a algo así. Y la brujis por fin se decidió a embanderarse… ayer estaba desesperada por agarrar un semáforo en rojo para comprar las banderitas para pegar en el parabrisas.
Me gustan estas fechas, en que pareciera que todos estuvieramos de acuerdo en algo y se ve feliz a la gente. Y no deja de ser curioso que haya tanto auto con banderas dobles atrás o adelante. Parece que todos son diplomáticos .
Es bonito ver a la gente contenta. Aunque sea sólo un descanso corto en el ajetreo diario.