Esta entrada es la número 7 de 7 en la serie Ponerología: el mal y la política

Tras el cierre definitivo de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), ordenado por el gobierno de Donald Trump, han salido a la luz documentos que revelan una red de financiamiento a medios de comunicación, ONG y proyectos políticos en América Latina, España y otras regiones. Hoy recopilo los casos más relevantes expuestos en las últimas dos semanas.

La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), creada en 1961 por el presidente John F. Kennedy durante la Guerra Fría, surgió como un instrumento clave de la política exterior estadounidense. Su misión declarada fue promover el desarrollo económico, combatir la pobreza, responder a crisis humanitarias y fomentar la democracia en países vulnerables, utilizando programas de asistencia que iban desde salud y educación hasta seguridad alimentaria y gobernanza. Con un presupuesto anual de miles de millones de dólares, operó en más de 130 países, posicionándose como el mayor proveedor de ayuda humanitaria a nivel global.

Sin embargo, el 3 de febrero de 2025, la administración de Donald Trump anunció su intención de cerrar la agencia, respaldada por Elon Musk, quien lidera el recién creado Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE). La justificación fue un supuesto “despilfarro de recursos” y la acusación de que USAID funcionaba como una “organización criminal”, aunque sin presentar pruebas concretas. Esta decisión desencadenó un terremoto en la cooperación internacional: programas vitales fueron congelados, empleados despedidos y proyectos en áreas como salud, migración y derechos humanos quedaron en suspenso, afectando a millones de personas en África, América Latina, Ucrania y otras regiones.

El cierre no solo reveló tensiones políticas internas —con demócratas oponiéndose y republicanos respaldando la medida—, sino que también expuso el rol dual de USAID: mientras su labor humanitaria salvó vidas, su financiamiento a medios, ONG y proyectos ideológicos fue criticado como una herramienta de injerencia encubierta para promover intereses geopolíticos de Estados Unidos.

Las funciones ocultas de USAID: Más que «ayuda al desarrollo»

Los documentos revelan:

  1. Injerencia política: Financió protestas y grupos opositores en Venezuela (2002), Bolivia (2013) y Nicaragua.
  2. Activismo ideológico: Impulsó agendas LGBT y educación con lenguaje no binario en países conservadores.
  3. Conexión con inteligencia: Colaboró con la CIA para infiltrarse en sistemas judiciales, como en Guatemala.
  4. Control mediático: Entrenó periodistas en Ucrania y Perú para «combatir desinformación», alineada con intereses de EE.UU.

Medios de comunicación financiados: el control de la narrativa

1. En América Latina:

  • Perú:
    • La Encerrona, Ojo Público y Wayka: Acusados de promover agendas políticas con fondos internacionales.
    • Grupo El Comercio (La República, RPP): Cuestionados por usar recursos para atacar a adversarios políticos del gobierno de turno.
  • Nicaragua:
    • Confidencial: Medio clave en la cobertura de las protestas de 2018, vinculado a narrativas de cambio de régimen.
  • Venezuela:
    • NTN24, Caraota Digital y VivoPlay: Operan desde Colombia y España, financiados para enfocar la «crisis humanitaria».

2. En Chile:

  • Chile: Aunque no se identificaron medios locales financiados directamente, se destapó que Espacio Público (think tank chileno) recibió $23,386 de la NED (vinculada a USAID) para proyectos de empoderamiento femenino en STEM.
  • Pontificia Universidad Católica de Chile: Recibió $1.76 millones entre 2014-2017 para proyectos educativos, según documentos filtrados.

ONG y proyectos ideológicos: ¿ayuda o injerencia?

  • Proyectos LGBT:
    • Colombia: $47,000 para una ópera transgénero.
    • Perú: $32,000 para un cómic sobre identidad de género.
    • Serbia y Uganda: Millonarios programas para promover derechos LGBTQ+.
  • Salud y derechos humanos:
    • APRODEH y Coordinadora Nacional de DDHH (Perú): Financiadas para impulsar narrativas contra el gobierno de Castillo.
    • Inppares y Manuela Ramos (Perú): Vinculadas a la promoción de aborto y agendas feministas.

 

Pero hay mas. Según Alberto Iturralde, hay que agregar a la lista golpes de estados e incluso el financiamiento de la guerra de Ucrania.

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Fuentes

  1. Financiamiento a medios peruanos y Espacio Público:
  2. Operaciones en Nicaragua y Venezuela:
  3. Proyectos LGBT en Colombia y Perú:
  4. Conexión con inteligencia y control mediático:
  5. Financiamiento a la Pontificia Universidad Católica de Chile:
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