Buscando la Alétheia

Mes: octubre 2006 Página 1 de 2

VideoTheVote

Para los escasos amigos norteamericanos que visitan este blog, les deseo los mejores parabienes para el día 7 de noviembre, cuando deban realizar el acto democrático de la elección. Quisiera recordarles que en las votaciones de 2000 y 2004 las cosas se pusieron bien feas y lo más probable es que haya habido fraude.

Por eso les cuento que algunos avispados y activistas se les ha ocurrido una excelente idea que necesita de su ayuda. Resulta que estos chicos/as han creado el sitio Video the Vote. La idea es llamar a la ciudadanía a grabar en video todo lo que ocurra en los locales de votación el día 7, cosa de tener un registro y subirlos de inmediato al sitio web de Video The Vote. A ejercer la fiscalización ciudadana y denunciar de inmediato cualquier chanchullo.

Les dejo el video de presentación de la idea. Ojalá que haya una gran acogida. Ojalá no se repita lo del 2000 y lo del 2004. Ojalá que la cordura vuelva a su país.

Mundo Consensuado

Nuestros sentidos nos engañan. Lo que vemos no es lo que nuestros ojos ven, sino la imagen que proyecta el cerebro (a eso se le llama «proyección holográfica»). De hecho, nuestros órganos no pueden porcesar toda la info que los bombardea, por lo que lo que nosotros llamamos «realidad» es un ínfima parte de lo que hay allí afuera (si es que en realidad hay algo). ¿Se dan cuenta de lo que ello implica? Puede ser que yo vea el mundo de una forma que sea radicalmente distinta de la que tú, lector, ves. Pero tenemos un espacio común de coordinaciones que nos permite asignar conceptos comunes a lo que percibimos. Por ejmplo, yo podría ver una silla como si fuera un elefante. Y otra persona la vería como un auto. Pero ambos asignamos a esa cosa el significado «silla». Independientemente de cómo la percibamos, nos ponemos de acuerdo que es una silla y sirve para sentarse.

Espía descubierto

Acabo de enterarme de algo curioso. ¿recuerdan al «funcionario diplomático» que se agarró en el liguria y prácticamente fue expulsado del país? Bueno, al parecer el señor Morag es el mismo que anteriormente fue detenido en Argentina por portar explosivos al momento de subir a un avión que lo traía a Chile. Cosa de sumar.

Parece que el Mossad tiene un operativo menos en estos lares… lo que me hace preguntar ¿Cuántos estarán en activo?

Abstención

Dicho y hecho. Chile se abstiene. Era lógico ¿no?

Abrazos Gratis

Para emocionarse…


Original aquí.


Update: Acá está lo que salió en las noticias. Ya me parecía que era Australia…

Rayando la micro

Venía en la micro, sentado en el asiento del fondo, pegadito a la ventana. Es una mañana brumosa, asi que se veía todo difuminado. Me preguntaba si era por la lluvia o por el vaho en los vidrios, asi que le pasé la mano para ver si lograba sacarlo. Y sí, era vaho. Limpié un poco más y comencé a ver las cosas con más definición. Pero… al mirarme la mano me di cuenta que el pajarraco que había rayado la ventana al parecer había usado rouge o lapiz de cera… quedé entero manchado.

¿A qué viene esto? A que mi primera reacción fue «Palurdo ocioso. ¿Por qué no te rayas el culo?», a lo que siguió mi segunda reacción ante aquel pensamiento: «jajaja… palurdo… jajaja… el culo… jajaja». Y de ahí vino la tercera reacción (o reflexión, y que es la que motiva este post): «¿hice alguna vez eso (rayar micros)? ¿Por qué? ¿Qué sentía, qué me motivaba?».

Hay que escarbar en la memoria. A veces a uno se le olvidan las tonteras que hacía de chico -y no tan chico- simplemente por comodidad consigo mismo. Es mas seguro que el «otro» haga estupideces, aquellas cosas que uno, como gente de bien, jamás haría. Te pone en un pedestal desde el cual es más facil, y seguro, juzgar.

Volviendo al recuerdo, sí, rayé alguna vez una micro. Algo así como «Cako estuvo aquí», que no es distinto a estas galimatías que los chicos llaman «Tags», sin saber que significa «etiqueta» en lugar de «firma». Y recuerdo que el motivo era precisamente ese: dejar constancia que estuve ahí, que yo soy individual, especial y único. Era una reafirmación de mi yo, y un testimonio dejado al mundo de que existí. Lo mismo que deben haber sentido aquel soldado que rayó las pirámides (a propósito, un excelente artículo sobre los grafittis, acá).

No es casualidad que me pasara tardes enteras diseñando un logo (actualmente, como dije arriba, «tag») que me personificara. Y luego hice plantillas, cosa de poder dibujarlos sin atados. Lo ponía en mis cuadernos, hice un timbre para mis libros… y llegué al rayado de micros. Bueno, quiero dejar en claro que debo haberlo hecho un par de veces como mucho. Lo que me lleva a la segunda razón para hacerlo: la emoción de lo prohibido.

Efectivamente, el acto de rayar la micro requería que no hubiese nadie mirando, o que siquiera sospechara lo que iba a hacer. El corazón corría desbocado al momento de sacar el plumón y comenzar a escribir (por eso no logro entender cómo lo hacen aquellos que lo hacen con corrector tipo liquid paper… a menos que lo hagan con esos lápices de correción). Y lo otro es que con tanto salto nunca salía bien. Ahora que lo pienso, quizás es por eso que los famosos «tags» son tan fluidos y caóticos: Están diseñados para ser realizados con el lienzo en movimiento…

¿Qué habría hecho si me hubiesen pillado? Ni idea. Lo más probable es que me hubiese achunchado completo, como le pasó a un chico que al bajar la manada de escolares de la micro por la puerta trasera, comenzó a rayarla groseramente. Me acerqué y le dije que no hiciera huevadas… y todos se fueron con el rabo entre las piernas (de seguro me pelaron durante todo el día LOL… ya me imagino… «viejo culiao, amargao, metiche»…)

Bueno, entonces llego a la conclusión que rayar la micro es un ejercicio de reafirmación del yo, una muestra de rebeldía e independencia al violar las normas sociales, y una forma de conseguir una buena dosis de adrenalina. Lo que no implica que si pillo a uno rayando, no le diga un par de verdades y garabatos. Miren que nos tienen las micros hechas un asco.

Un dia para celebrar

Terminando el dia quisiera recordar algunas cosas que he dejado en el tintero. Hoy he navegado, leído reportajes y notas, visto notas del recuerdo y debates (termómetro, en chilevisión), y me he dado cuenta que de todas las cosas que he escrito o posteado sobre el tema, he dejado de lado lo más importante: los sentimientos.

Lo conversaba con mi hermana, quien encontró la idea que se me escapaba: éste fue un triunfo nuestro. Aún cuando no teníamos edad para votar, trabajamos como chinos, participamos en todo, nos comprometimos completamente. Creo que alguna vez lo conversamos con mis padres, y nos decían que les soprendía cómo nos atrevíamos a gritar a los cuatro vientos que no queriamos seguir con Pinochet. Como que nuestra actitud les daba ánimo para continuar en la lucha… o quizás lo hacían pensando en nosotros.

Pero como lo decía: el triunfo del no, fue nuestro triunfo. Vivimos y protagonizamos la historia. Ese día simboliza el fin de la oscuridad y el comienzo de la vida. Y que conste que vivir no es facil. Si aquellos que leen estas líneas y asumen facilonamente que soy partidario 100% de la concertación, les recomendaría que leyeran más a fondo mi blog.

Pero me desvío. Hoy es un dia de recuerdos. Sí, porque a veces es necesario detenerse y mirar para atrás. Hoy he leído montones de mensajes que dicen «dejemos de mirar al pasado y miremos al futuro»… cuánta falacia en esa frase. Cuánta necedad. Quien no tiene pasado no tiene futuro. La gente con amnesia total pierde su identidad, y lucha por recuperar el conocimiento de quién fue, porque somos nuestra historia. Aquello que hemos hecho define nuestro yo, y si esto es aplicable a las personas, con mayor razón a los países y los Estados. Un buen ejemplo es pensar en la bonanza del cobre como si fuera a durar eternamente. Es cosa de recordar qué pasó con el salitre y podremos poner las cosas en perspectiva. O podemos estar tentados a tomar el poder por la fuerza y hacer sólo que nosotros queremos. Entonces basta recordar qué pasó con la UP para ver que las cosas pueden salir muy mal. O creer que la solución es la mano dura y que el fin justifica los medios… y recordamos los 17 años de dictadura militar… para qué seguir.

¿En qué momento recordar se transformó en conflicto? ¿Por qué tanto miedo a mirar para atrás? ¿Por qué esa tendencia que veo en las nuevas generaciones bloggers, aquellos de menos de 29 años, de ser lights y ojalá no hacer olitas? ¿Por qué, al parecer, el otro grupo que mete bastante ruido es una manga de fascistas? Hoy miraba el termómetro y había un representante de las fuerzas armadas. El caballero alegaba que los desaparecidos tenían TODOS un tremendo prontuario. Que los únicos que tenían miedo eran los DELINCUENTES, NARCOTRAFICANTES y los TERRORISTAS. Parece que no ha leído «la delgada línea blanca«, libro que denuncia las conexiones del gobierno militar con el narcotráfico. Y para qué hablar de todos aquellos que apenas veíamos a un milico o a un paco nos cagabamos de susto. Eramos todos unos delincuentes. Cómo sería que hasta Moreira se desenmarcó de su discurso.

Ver a este «caballero» me recordó cómo era mi país hasta el bendito 5 de octubre de 1988. Un país donde los prepotentes que tenían armas o contactos se sentían amos y señores de la vida de todo el resto de la población. Un país donde el miedo era constante, donde los sapos estaban infiltrados en las poblaciones, organizaciones sociales, universidades, colegios e institutos. Donde cualquier dia te podían allanar y verías cómo se llevaban a tus padres para no volver a verlos nunca más.

El 5 de octubre de 1988 simboliza aquello que me hace saltar los lagrimones cuando escucho la canción del NO: «terminemos con la muerte, es la oportunidad, de vencer a la violencia con las armas de la paz».

Ganamos. Ese día todos ganamos. Aleguen lo que aleguen aquellos que dicen que debió ganar el SI, lo mejor que le pudo pasar a mi país fue que triunfara el NO. Incluso ellos ganaron. Porque fue un punto de inflexión en la historia. Y fuimos protagonistas de ella. Los publicistas escogieron muy bien la fecha para celebrar el día de la amistad, porque el 5 es un día de fiesta, pues todos ganamos. Un día histórico, un día para conmemorar. Algo bonito para variar, en lugar de celebrar muertes, batallas y destrucción. Asi que para todos aquellos que se identifican con esta fecha ¡Feliz aniversario!

Quitando la espoleta de la bomba

Continuando con el dia del recuerdo, les dejo este trocito escrito por el historiador Cristian Gazmuri, sobre la reacción de Pinochet al saber que había perdido:

El diario La Tercera del 5 de octubre recién pasado (año 2000), en su página 5, reproduce unas palabras del comandante en jefe de la Fuerza Aérea (R) Fernando Matthei. Estas fueron originalmente pronunciadas en un programa de Televisión Nacional la madrugada de ese mismo día.

Afirmó Matthei -sin duda un testigo privilegiado- que en la noche del 5 de octubre de 1988, cuando se llevó a efecto el plebiscito que terminaría con el régimen militar, el gobernante de Chile, general Pinochet, ante el evidente triunfo del «No» que entregaban los recuentos, habría decidido «sacar las tropas a la calle». Peor aún, trató que los comandantes en jefe de las otras tres ramas de las Fuerzas Armadas firmaran un acta ya preparada en la que se le concedía la suma de los poderes.

Es decir, un golpe de estado dentro de la dictadura, el que aumentaba más aún sus poderes como autócrata. La oposición de los demás comandantes en jefe habría abortado la maniobra.

Nota completa (es del 2000), acá.

Y seguimos con la celebración


En la muralla


En la muralla


En la muralla


En la muralla


Proyección del gobierno sobre el resultado.


Hubo una altísima participación al momento de votar (via canal 13)


¡Ganamos!

Un recuento de la jornada en Radio Universidad de Chile, y un artículo de colección que venden en de remate LOL

Aaahh.. que recuerdos…


Update: jajaja, una muy buena descripción de lo que fue la franja del sí.

El grito en el suelo

Y siguiendo la conmemoración, los invito a revisar el excelente sitio Memoria Chilena, en la sección El grito en el suelo: panfletos 1973-1988. Van algunas linduras para abrir el apetito.

Página 1 de 2

Funciona con WordPress & Tema de Anders Norén